Roma. La decisión del presidente de la República, Giorgio Napolitano, de elegir una tercera vía para resolver la situación de ingobernabilidad que reina en Italia mediante la creación de dos comisiones de sabios se perfila como el gran debate político a partir de hoy, cuando serán constituidas. Una tercera vía que nadie se esperaba y que consiste en la formación de dos comisiones: una político-institucional, compuesta por cuatro sabios, y otra económico-social, constituida por otras seis personalidades.

Las comisiones elaborarán varios puntos programáticos que puedan ser aceptables por los distintos grupos políticos y que resulten urgentes para Italia. La reforma de la ley electoral, la reforma de la financiación públicas de los partidos, la Ley de Estabilidad, la rebaja del impuesto sobre bienes inmuebles de la primera casa a las clases más desfavorecidas y la reducción del número de parlamentarios son algunas de las propuestas que comenzarán a dar forma las comisiones y en las que coinciden la mayoría de los partidos.

Pero este Gobierno del Presidente, como lo denominan los medios de comunicación o el Gobierno de baja intensidad política para sacar adelante al país de la parálisis política, sin contar con los partidos que han concurrido a las elecciones, solo es apoyado explícitamente por el primer ministro en funciones dimisionario, Mario Monti, paradójicamente el gran derrotado en los comicios. Las fuerzas políticas comienzan a desmarcarse de la decisión de Napolitano, de 88 años, y la han interpretado como una invitación al Gobierno en funciones del tecnócrata Monti a seguir trabajando para brindar una imagen de estabilidad y seriedad de Italia a la opinión pública internacional y a los mercados.

Una trabajo de orfebrería política el del presidente, que finaliza su mandato el 15 de mayo. Todo apunta pues a que los partidos políticos, que no han logrado formar Gobierno, se preparan para hacer frente a las dos comisiones que, según están diseñadas, los marginaría del Ejecutivo y los colocaría como meros miembros del poder legislativo para ratificar las propuestas de los sabios. El Partido Demócrata (PD), liderado por Pier Luigi Bersani, se ha mostrado dispuesto a acompañar de modo responsable todo el recorrido propuesto por el presidente de la República, aunque insiste en la necesidad de un Gobierno formado por políticos.

El líder del Pueblo de la Libertad (PDL), Silvio Berlusconi, quien todavía no se ha pronunciado sobre la tercera vía de Napolitano, ha venido insistiendo estos días en que la única solución para que Italia salga de la parálisis creada por los ajustados resultados de las elecciones es la de formar un Gobierno de unidad nacional. Un Gobierno de coalición en el que participen tanto el PDL, el PD de Bersani, la Liga Norte y la Elección Cívica del presidente del Gobierno en funciones, Mario Monti. Tras el anuncio del presidente, el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo sostiene que las comisiones que han de formarse son las parlamentarias, porque el país no necesita a los "misteriosos negociadores o mediadores que operan como grupos de sabios, ni a las cuidadoras de la democracia, sino permitir que funcione mejor el Parlamento".