Greenpeace movilizó a sus militantes con una acción destinada a llamar la atención sobre cuatro centrales nucleares que, según esa organización, deben ser desmanteladas en Francia "con prioridad". En el punto de mira de la ONG destacan las instalaciones de Gravelines, Bugey, Tricastin y Blayais, situadas en distintos puntos del norte, el suroeste y el este del país.