Johannesburgo. El expresidente sudafricano Nelson Mandela sigue en el hospital y "responde positivamente" al tratamiento de la recaída de la infección pulmonar por la que ingresó ayer, informó ayer la Presidencia del Gobierno de Sudáfrica.

Mandela, de 94 años, sigue "bajo tratamiento y observación en el hospital", anunciaron los médicos, según un comunicado emitido por la Presidencia sudafricana.

El exmandatario fue ingresado poco antes de la pasada medianoche por una "recaída" de la "infección pulmonar", indicó previamente el Gobierno.

El portavoz presidencial, Mac Maharaj, había asegurado horas antes que Mandela se encontraba "consciente", tanto en el momento de su hospitalización como después de ser internado, según hizo público la agencia local de noticias Sapa.

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, deseó a Madiba (nombre del clan de Mandela en lengua xhosa y como se le conoce cariñosamente en Sudáfrica) una rápida recuperación, y pidió "a los sudafricanos y al mundo" que rezaran "por Mandela y su familia". Además, la Presidencia del país austral pidió respetar la "privacidad" de Mandela para "dejar a los médicos hacer su trabajo".

una infección similar en 2012 Mandela ya fue tratado a finales de 2012 de una infección similar y fue sometido a una posterior operación para retirarle un cálculo biliar en una clínica de Pretoria. Desde que fue dado de alta a finales de diciembre recibía tratamiento en su casa de Johanesburgo. En enero de 2011, Mandela ya fue internado durante varios días por una infección respiratoria aguda. El presidente Zuma señaló que, "tenemos confianza plena en el equipo médico y sabemos que harán todo lo que esté en sus manos para garantizar que se recupere", añadió el mandatario. El ingreso de este miércoles es la quinta hospitalización de Mandela en poco más de dos años.

Madiba, que durante 67 años luchó contra el sistema de segregación racial del "apartheid" impuesto por la minoría blanca en Sudáfrica, sufre problemas respiratorios surgidos durante sus 27 años de reclusión por parte del citado régimen.

El primer presidente negro de Sudáfrica vive entre Johannesburgo y Qunu, la localidad oriental donde pasó su infancia, bajo permanente vigilancia medica. Su última aparición pública se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de fútbol de 2010.