vaticano. El papa Francisco se trasladará hoy a la residencia apostólica de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, para visitar y almorzar con Benedicto XVI, que se aloja allí desde que dejó de ser papa. Será una cita histórica, ya que es la primera vez que dos papas (Ratzinger ya como emérito) coindicen en el tiempo.

Francisco partirá en helicóptero desde El Vaticano a Castel Gandolfo a las 12.00 horas y llegará al palacio apostólico a las 12.15 y allí almorzará con el papa emérito en lo que supone un evento inédito en la historia de la Iglesia. El pontífice regresará al Vaticano tras el almuerzo. Esta es la primera vez que se verán desde que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, fue elegido papa el 13 de marzo, aunque ya han hablado por teléfono en varias ocasiones en estos días.

Francisco le llamó por teléfono justo después de ser elegido por los cardenales en el cónclave y también el pasado día 19 festividad de San José. El nombre de pila de Benedicto XVI es Joseph (José).

En estos días, el papa Francisco en todos los discursos que ha pronunciado siempre ha tenido palabras de afecto para Ratzinger al que siempre llama "mi Predecesor, el querido y venerado papa Benedicto XVI".

Benedicto XVI, de casi 86 años, se encuentra en Castel Gandolfo, en espera de que se terminen las obras de reestructuración del monasterio Mater Ecclesiae, en el interior de los jardines del Vaticano, donde vivirá tras su renuncia el pasado 28 de febrero.

Mientras, Francisco denunció ayer que, además de la pobreza material, en el mundo hay una pobreza espiritual que es la dictadura del relativismo, y exhortó a intensificar el diálogo entre las distintas religiones, especialmente con el Islam, y con los no creyentes. El papa recibió en audiencia en la monumental Sala Regia del Vaticano a los embajadores de los 180 Estados con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas, ante los que resaltó que a la Iglesia le preocupa la paz y el bienestar de todos los hombres de la Tierra.

Contó que eligió el nombre de Francisco pensando en el santo de Asís, apreciado por creyentes y no creyentes, y por el amor que tenía a los pobres y la defensa de la creación. También abogó por intensificar la relación con los no creyentes, "para que nunca prevalezcan las diferencias que separan y laceran, sino que, no obstante la diversidad, predomine el deseo de construir lazos verdaderos de amistad entre todos los pueblos". Francisco invitó a todos los países a luchar contra la pobreza, tanto material como espiritual, a edificar la paz y a construir puentes, pero subrayó que si los hombres no aprenden "a amar más" nuestra tierra, "es un camino difícil".