ciudad del vaticano. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, agradeció el gesto del Papa Francisco de recibirla ayer lunes, lo que la convierte en la primera mandataria en entrevistarse con el nuevo Pontífice, y le pidió su "intermediación" con el Reino Unido para que acepte dialogar sobre el contencioso de las Malvinas. En declaraciones a la prensa tras el almuerzo que ambos mantuvieron, Fernández calificó de "fructífero" e "importante" el encuentro con el hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, durante el que le invitó a visitar Argentina en julio. Ahora, precisó, también deberá invitarle la Conferencia Episcopal Argentina.

Fernández consideró que la invitación del Papa Francisco a reunirse con él un día antes de tomar oficialmente posesión del cargo es una "deferencia no a la presidenta sino al conjunto del pueblo argentino". "Me gustó ese gesto que remarca uno de sus rasgos distintivos, como es la sencillez", afirmó.

"Lo vi sereno, seguro, en paz, tranquilo y también ocupado y preocupado por lo que va ser la inmensa tarea de conducir el Vaticano y las cosas que él sabe que hay que cambiar", explicó la mandataria a los medios argentinos.

"nuestro Papa" Por otra parte, Fernández, que se refirió "a nuestro Papa", "no porque sea argentino sino porque es de todos los católicos", indicó que había aprovechado el encuentro para pedir la mediación del Pontífice sobre las Malvinas. "Abordamos un tema muy sentido para los argentinos y esta presidencia, y le solicité su intermediación para lograr el diálogo en la cuestión de las Malvinas", afirmó, recordando la histórica intervención del Papa Juan Pablo II durante el conflicto con Chile por el control del canal Beagle en 1978.

En opinión de la presidenta argentina, "ahora estamos ante un oportunidad histórica" puesto que "ambos países tienen gobiernos democráticos y no hay peligro de ninguna naturaleza bélica, más allá de la militarización en el Atlántico sur".

Según Fernández, que reiteró que Argentina propugna "la instancia del diálogo", "es imprescindible que en el mundo todos los países comiencen a respetar las resoluciones de las Naciones Unidas"., señaló la presidenta.

Por otra parte, la presidenta dijo que se había sentido "impresionada" y "conmovida" cuando Francisco le hizo referencia al "rol formidable que están cumpliendo distintos gobernantes" de Latinoamérica que "trabajan unidos por la Patria Grande". "Para una Argentina y latinoamericana, escuchar en boca de un Papa el término 'Patria Grande' me impactó y me impresionó mucho, y no hace más que redoblar los esfuerzos en seguir en esta dirección", aseveró, explicando que ha bía hablado con el Pontífice sobre José de San Martín y Simón Bolívar.

Fernández mantuvo un breve encuentro con el Papa acompañada de una delegación, tras lo cual ambos han almorzado juntos en solitario. La presidenta y el nuevo Pontífice intercambiaron regalos, como suele ser tradición en este tipo de encuentros.

Así, la mandataria entregó al Papa todo el equipo necesario para hacer y beber mate, la bebida tradicional del país del que ambos son originarios, así como "un poncho para que se abrigue".

"¿Puedo tocarle?" De los regalos que le hizo el Pontífice, calificó como "el más importante" una "rosa blanca, en representación de Santa Teresita". ya que explicó que es "su santa preferida". Asimismo, le regaló una mayólica de la Plaza de San Pedro, así como varios libros, entre ellos uno para que "pesque un poco lo que pensamos en este momento los padres latinoamericanos", señaló el Papa al inicio del encuentro, según las imágenes tomadas por las cámaras.

Precisamente la anécdota de estos primeros momentos del esperado encuantro entre a,bas personalidades, seguidos con mucha atención ya que Fernández y el cardenal Bergoglio han mantenido una tensa relación en los últimos años, la protagonizó la mandataria que tras preguntar si podía "tocar" y agarrar el brazo al Pontífice, subrayó que "nunca un Papa me había besado", señaló emocionada la presidenta argentina.