SHANGHAI. El 80 por ciento de los cadáveres porcinos son de crías bastante jóvenes, reveló el portavoz del Gobierno de Shanghái, Xu Wei, que aseguró que la calidad del agua tanto en el río como en los grifos es aún normal, y tras seis días de inspecciones no se ha detectado carne dudosa en los mercados locales.

Después de una semana de retirada de cientos de cadáveres a diario, las autoridades de la municipalidad enviaron parte de los más de 230 barcos empleados en las tareas de limpieza hacia la frontera con la provincia de Zhejiang, en cuyo lago Dianshan nace el Huangpu y de donde parecen venir los cadáveres.

Estos barcos se encargarán de vigilar la zona en los próximos días y de recoger todos los cadáveres que aparezcan en cuanto sean avistados cerca de Shanghái, explicó Xu, destaca hoy el diario oficial "Shanghai Daily".

Hace hoy una semana la Comisión de Agricultura de Shanghái detectó en el agua del Huangpu, que atraviesa la ciudad hasta desembocar en el río Yangtsé, cerca del mar, la presencia de un circovirus porcino potencialmente letal para los animales, aunque no contagiable a humanos, así como sus síntomas en varias vísceras.

Con todo, no se ha decretado ninguna alarma sanitaria por el momento, ni hay constancia oficialmente de una epidemia porcina en la región.

La Comisión investigó este fin de semana varias granjas de Shanghái a las que los internautas locales acusaron de arrojar cerdos al río, aunque se descubrió que una de ellas ya no cría animales, mientras de la otra no se pudo demostrar que hubiera tirado cadáveres al agua.

Otra empresa shanghainesa de carne envasada, Shanghai Maling Aquarius, también fue acusada en internet de utilizar carne de cerdos muertos o enfermos, pero las autoridades tampoco hallaron pruebas de eso ni en sus productos ni en sus instalaciones.

Hasta ahora sólo se ha localizado un culpable del problema, aunque la práctica está bastante extendida en la zona, sobre todo en la vecina ciudad de Jiaxing, en Zhejiang.

Como primer fruto de las investigaciones iniciadas desde que salió a la luz el caso, una granja de esa localidad reconoció el miércoles pasado haber arrojado numerosos cerdos muertos al río Huangpu, aunque no se identificó al establecimiento responsable ni se precisó su número de cadáveres tirados al río.

La confesión se obtuvo después de que las investigaciones preliminares indicaran, por las etiquetas de las orejas de 14 de los animales recogidos, que todos ellos habían nacido en Jiaxing, aunque se sigue tratando de confirmar otros 13 casos.