EL CAIRO. Los rebeldes sirios tomaron ayer el control de una academia policial en la provincia de Alepo, tras una semana de combates en la que murieron unos 200 miembros de las fuerzas del régimen e insurgentes, según activistas.
El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, explicó que al menos 120 efectivos del régimen sirio y 80 rebeldes murieron en los combates librados por el control de la academia de la zona de Jan al Asal desde el pasado 24 de febrero. Abdel Rahman detalló que al menos 34 integrantes de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, perdieron la vida ayer en esos combates.
Combatientes de distintas brigadas rebeldes tomaron el control de "gran parte" de Jan al Asal, según el Observatorio, mientras que otros grupos opositores precisaron que se hicieron con la academia policial de la zona.
El representante de la activista red Sham en Alepo, Mayed Abdel Nur, afirmó vía internet que los rebeldes tomaron la madrugada de ayer la academia de Jan al Asal, mientras que algunos soldados del Ejército sirio huyeron a otro establecimiento militar vecino.
El líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Ahmed Muaz al Jatib, efectuó ayer una visita de unas horas a la provincia de Alepo, en el norte de Siria, la primera desde que asumió la dirección de esta alianza.
Al Jatib viajó a las localidades de Menbey y Yarablus para conocer de primera mano la situación de los habitantes en las zonas controladas por los rebeldes sirios, según informó un responsable de prensa del dirigente opositor, que pidió no ser identificado.
ayuda británica El ministro de Exteriores británico, William Hague, no descarta la posibilidad de entregar a los rebeldes sirios ayuda militar en un futuro, ante el peligro de que el conflicto se extienda a otros países.
"Si esto sigue durante meses o años, y países como Irak, Líbano o Jordania se desestabilizan, no podemos ignorarlo", declaró Hague, quien informó de que el próximo envío de ayuda a los rebeldes, que será anunciado la semana que viene, solo contendrá suministros civiles.
El presidente de Siria, Bachar al Asad, acusó al Reino Unido de "militarizar" e "incendiar" la crisis siria, al tiempo que reiteró su oferta de un diálogo con los rebeldes si dejan sus armas, pero "no con terroristas".
En una entrevista difundida ayer por el dominical británico The Sunday Times, Asad dirigió duras acusaciones al Gobierno de Londres en su posición hacia Siria, que calificó de "inmadura, confusa y no realista", y avisó a Occidente de que no arme a los rebeldes.
Al Asad aseveró que el Reino Unido ha desempeñado un papel "no constructivo" en Siria "desde hace décadas y algunos dicen que desde hace siglos" y está decidido a "militarizar" la crisis siria.