VITORIA. Hace casi tres meses que Hugo Chávez fue operado en La Habana y el presidente venezolano sigue sin aparecer en público. Ha regresado recientemente a Venezuela, donde está ingresado en un hospital militar en Caracas, pero su evolución sigue siendo una incógnita que el Gobierno se niega a aclarar. "Están siguiendo una política deliberada de mantener la incertidumbre", denuncia Aveledo.
¿Cómo se están preparando para una eventuales elecciones?
Esa es una posibilidad que puede ocurrir, que el mismo oficialismo aceptó en diciembre. Cuando se fue a hacer la operación más reciente, el presidente Hugo Chávez dijo que, en caso de que faltara, habría una elección y que su candidato era el vicepresidente Maduro. Es una eventualidad que está ahí presente y para la que nos preparamos de dos maneras. Por una lado, nos preparamos en los trabajos políticos normales de lo que puede ser una campaña electoral y, en segundo lugar, en el tema del candidato, estamos hablando de eso.
De momento, no hay garantías de que Hugo Chávez pueda asumir sus funciones en un futuro cercano.
El gobierno insiste en que sí, pero no hay ningún síntoma de ello. Tratamos de ser muy cautelosos en ese tema; en enero propusimos que se declarara la ausencia temporal del presidente, pero ellos no quisieron, prefirieron mantener esta situación artificial e inclusivo lograron una sentencia del Tribunal Supremo que dice que Chávez no está ausente y la razón que da es que el presidente no ha decretado que está ausente, como si la ausencia no fuera un hecho.
¿Es ahora la posibilidad de elecciones más real?
El presidente fue trasladado al país. Porque el presidente no volvió, no está en condiciones de volver; fue trasladado al país para continuar su tratamiento y ahora está en el hospital militar. El oficialismo no habla de diagnóstico ni de pronóstico. Es una política deliberada de mantener la incertidumbre. La situación no se diferencia mucho de lo que ocurría cuando estaba en La Habana, no hay información. El Gobierno insiste en una versión, que es cada vez menos sostenible, que el presidente está gobernando. Dicen que han despachado con él, que ha tomado una serie de decisiones, muestran cuentas que están firmadas por él, pero es un gobierno bajo palabra de honor, los voceros del gobierno dicen que está en funciones aún cuando nadie lo ha visto.
¿Hasta cuándo puede permanecer el país en esta situación?
Está por verse. El gobierno ha mantenido esa tesis, que por supuesto cada día menos gente se cree. Y mantienen esa tesis porque los que están administrando el capital político del chavismo son simples administradores, no tienen liderazgo, y el chavismo popular, esa base popular que el presidente Chávez ha generado, tiene cierta desconfianza hacia esos dirigentes. Mientras, esos mismos dirigentes desconfían de la base chavista porque sienten que no la controlan. Tenemos a un gobierno que actúa con mucha inseguridad y que en realidad gobierna poco. Y eso tiene efectos en la vida nacional. Por otra parte, la incertidumbre sumada a un discurso muy agresivo inhibe toda inversión, todo el mundo está a la expectativa, por lo que en el país hay muchas cosas que están paralizadas.
¿Cómo afecta esto al país?
Negativamente, si se suma la incertidumbre política a la devaluación de la moneda que ha ocurrido como consecuencia de la política fiscal y económica del gobierno, que ha ocurrido además para el gobierno hacerse de mayor liquidez en bolívares, para poder cubrir el déficit público. Uno de los efectos secundarios ventajosos sería la exportación, porque mejoraría la competitividad de las exportaciones venezolanas por el tipo de cambio. Sin embargo, Venezuela no tiene nada que exportar, porque su producción ha caído en todos los renglones. Nosotros estamos importando ahora más que nunca. Nuestros socios tradicionales, los que compraban exportaciones venezolanas fuera de petróleo y derivados, ya no compran aquí. Eso tiene un efecto adicional en el estancamiento del empleo privado, que no crece en Venezuela. Y, ahora, con el déficit fiscal, el empleo público no tiene cómo crecer. Mirando la perspectiva española, decir que tenemos 14% de desempleo juvenil, se ve poquito, pero es que aquí no hay una seguridad social que sirva de colchón.
¿Cómo ve a Maduro?
Está tratando de posicionarse como el sucesor, interviene mucho y todas las cosas en el gobierno giran en torno a él. Por lo menos, el chavismo parece unido. Lo cierto es que Maduro aparece como el ungido sin que nadie lo dispute, pero no es liderazgo que todavía se pueda considerar tal y todo el mundo sospecha que hay distintos grados de inconformidad. Recordemos, además, que estamos hablando de un grupo de personas que tienen 14 años obedeciendo, que nunca han tomado una decisión. Están tratando de alargar las cosas para que los ciudadanos le vayan viendo como líder.
De momento parece que funciona. Según las encuestas, Maduro ganaría a la oposición en unas elecciones.
Vamos a ver, la estrategia tienen pros y contras. Hay que ver cómo afecta al gobierno la disminución del peso, por no decir la ausencia, de sus dos pilares fundamentales. Uno, el liderazgo de Hugo Chávez, porque estamos hablando de una legitimidad carismática, no se trata solo de llenar una vacante, y la otra es que ya no dispongan de recursos fiscales ilimitados. En el caso nuestro, tenemos que demostrar que tenemos unidad y unidad suficientemente eficaz.
¿Está unida la oposición?
Bastante más de lo que parece. De parte del gobierno hay una línea muy tenaz, muy bien dirigida por los medios públicos, que está orientada a dos aspectos: uno, a desmoralizar a la oposición; y dos, a dividirla. La verdad es que yo aprecio que habiendo, por supuesto, diferencias en el seno de la alianza, son muchas más las coincidencias. Al fin y al cabo, la Mesa de Unidad ha cumplido cuatro años y es la experiencia más duradera de los sectores democráticos venezolanos a partir de 1998.
Su mayor éxito fue en las elecciones presidenciales pasadas, con Henrique Capriles como candidato. ¿Será de nuevo el elegido por la oposición para enfrentar al chavismo?
Proporcionalmente tuvimos un éxito muy grande en las elecciones parlamentarias, en las cuales obtuvimos el 52% del voto. En la elección presidencial, Capriles obtuvo un resultado impresionante, más de seis millones de voto (45% de los votos). Nunca habíamos sacado tantos votos. Con Capriles se logró adicionalmente, una conexión emocional, eso es un haber que tiene la coalición.
Entonces, ¿será candidato?
Tengo que se prudente porque estamos en el proceso de conversaciones.
Para la Mesa de Unidad, ¿qué necesita Venezuela?
Una democracia donde las instituciones funcionen para todos y un gobierno de unidad nacional, que sea capaz de demostrar a los venezolanos que es capaz de gobernar para todos. No podemos continuar sine díe en esta situación de crispación extrema, porque esto tiene al país agotado. También hay que producir crecimiento con equidad, porque tenemos una economía que no ha crecido a pesar del inmenso ingreso petrolero, y eso es inexplicable.