VATICANO. El papa Benedicto XVI seguirá llamándose Su Santidad Benedicto XVI, tendrá el título de papa emérito o Romano Pontífice emérito, vestirá sotana blanca, sin esclavina, y calzará zapatos marrones, especialmente los que le regalaron unos artesanos durante su viaje a México del año pasado.

A dos días de que deje de ser pontífice, el Vaticano informó de que Benedicto XVI a las ocho de la tarde del 28 de febrero -momento donde ya no será papa- dejará de usar el Anillo del Pescador, que simbolizan el poder pontificio.

El anillo quedará inutilizado, al igual que el sello de plomo que se usa para sellar documentos importantes, entre ellos las bulas. La normativa vaticana contempla que el anillo del papa se destruye cuando muere el pontífice, o renuncia, como en este caso, para evitar cualquier eventual falsificación de documentos pontificios.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, manifestó que la decisión de cómo tiene que ser llamado Joseph Ratzinger la ha tomado "principalmente" el papa, tras consultar con el cardenal camarlengo (que gestiona la Iglesia durante la llamada Sede Vacante), Tarcisio Bertone, con la Secretaría de Estado y con el colegio cardenalicio.

el proceso Lombardi informó asimismo de que Benedicto XVI abandonará el Palacio Pontificio del Vaticano a las 16.55 horas de Roma (15.55 GMT) del día 28. Será despedido en el Patio de San Dámaso por un piquete de la Guardia Suiza y en un automóvil, acompañado del Secretario de Estado, el cardenal Bertone, se trasladará al helipuerto del Vaticano, de donde en un helicóptero viajará hasta Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de la capital italiana. En el helipuerto de la Villa Pontificia será recibido por las autoridades civiles y religiosas locales y alrededor de las cinco y media de la tarde local (16.30 GMT) se asomará al balcón principal de la residencia papal para saludar a los fieles reunidos en la plaza.

Ese será el último acto público del papa y la única señal visible que anunciará que Benedicto XVI ya no es papa se verá a las ocho de la tarde, cuando la Guardia Suiza que presta guardia en la puerta del palacio de Castel Gandolfo concluya su servicio y abandone el lugar.

A partir de ese momento, la Guardia Suiza dejará de prestar servicio a Ratzinger, cuya seguridad seguirá estando garantizada por la Gendarmería Vaticana.

Lombardi informó también de que el 1 de marzo, ya en plena Sede Vacante -el interregno que va desde que fallece o renuncia un papa y hasta que es elegido el sucesor- el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, convocará a los purpurados a las reuniones preparatorias del cónclave, cuya fecha se decidirá en esos días. Visto que el día 1 es viernes, lo más probable es que la primera congregación de cardenales se celebre a partir del día 4, la semana siguiente.

continúa su rutina Hasta que llegue el día de la renuncia, Benedicto XVI vivió ayer su jornada como siempre. Los martes no tiene audiencias y lo dedicó a rezar y leer documentos y a preparar la mudanza y ver qué documentos llevará consigo. Ratzinger se llevará a Castel Gandolfo, el que será su lugar de residencia, documentos y apuntes privados, mientras que los del pontificado y los de la época en que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedarán en el Vaticano para ser archivados.