Damasco. La explosión de un coche bomba causó ayer al menos 64 muertos y más de 200 heridos en el centro de Damasco, en uno de los atentados más sangrientos en la capital desde el inicio de la revuelta contra el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, en marzo de 2011.

El ataque fue perpetrado supuestamente por un suicida cerca de una sede del partido gubernamental Baaz en el barrio de Al Mazra, según fuentes oficiales. En el lugar del estallido, entre la concurrida avenida Al Zaura y la plaza Shahbandar, también se encuentra una estación de autobuses y la escuela Abdalá bin al Zubeir, algunos de cuyos alumnos están entre las víctimas.

El Ministerio sirio de Sanidad dijo en un comunicado que los hospitales de la capital recibieron 53 cadáveres y 235 heridos, muchos de ellos en estado grave, por la cifra final se sitúa, por el momento, en 64 aunque podría aumentar.

Entre los heridos figura el secretario general del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), Nayef Hawatmeh, cuya oficina se encuentra a pocos metros del lugar del atentado. Hawatmeh, que respalda al régimen sirio, resultó herido leve en la cabeza y el brazo, según dijeron fuentes del movimiento palestino.

La destrucción en la zona es enorme, con numerosos edificios dañados y decenas de vehículos calcinados en las proximidades.

La agencia oficial de noticias siria, Sana, atribuyó la acción de ayer a grupos "terroristas" e informó de que las autoridades descubrieron en la zona otro coche cargado con explosivos y detuvieron a su conductor.

También calificó de "ataque terrorista" lo sucedido el principal grupo opositor, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que condenó el atentado y responsabilizó al régimen de la violencia que vive el país. "Cualquiera acción que tenga como objetivo asesinar a civiles o viole los derechos humanos es un acto repudiable y criminal, sean cuales sean sus responsables", afirmó la CNFROS.

Esta alianza opositora inició ayer en El Cairo un encuentro de dos días para analizar un posible diálogo con el régimen sirio y la formación de un Gobierno de transición.

El dirigente opositor y miembro de la comisión política de la coalición Haizam al Maleh explicó que sobre la mesa estará la iniciativa del presidente de la CNFROS, Muaz al Jatib, para entablar conversaciones con el régimen con vistas a que este abandone el poder.

Lucha por la capital Mientras se debate la apertura de un diálogo, al que el régimen se ha mostrado dispuesto, la batalla por el control de Damasco se endurece con continuos ataques de los rebeldes contra edificios gubernamentales y militares.

Varios proyectiles de mortero impactaron ayer contra la sede del Estado Mayor de la Defensa y de la Comandancia General del Ejército en la céntrica plaza de los Omeya, sin causar víctimas mortales. Este ataque fue reivindicado por el grupo extremista Liwa al Islam, que indicó en un comunicado que lanzó cuatro proyectiles del calibre 107.

Numerosos obuses cayeron en la capital en los últimos días, como sucedió el miércoles contra la ciudad deportiva de Tishrin, donde murió un futbolista.