Pekín. Las calles de la capital china se quedaron ayer inusualmente vacías después de que alrededor de nueve millones de personas hayan abandonado la metrópolis para celebrar con sus familias el Año Nuevo chino, que comenzó ayer a medianoche.

El éxodo que acompaña al festejo más popular en China despejó sólo en parte el tradicional bullicio de la ciudad, ya que el ruido de los estruendosos petardos que los ciudadanos tiran en señal de celebración aumenta a medida que se acerca el comienzo del año lunar.

Con más de 20 millones de residentes permanentes, alrededor de nueve han partido estos días en trenes, aviones o interminables viajes de autobús, según publicó ayer la Comisión Municipal de Transporte de Pekín. Al menos 5,5 millones de personas optaron por el tren para viajar a sus ciudades de origen desde el pasado día 26, apunta la Comisión, mientras los aeropuertos han registrado 2,7 millones de desplazamientos. En este sentido, las estaciones de autobús han vendido billetes a más de 700.000 personas, y se espera gran tránsito en las carreteras, ya que este año es el primero en el que los vehículos con siete asientos o menos están exentos de pagar los peajes de las autovías.

la ciudad, sin tráfico De acuerdo a estadísticas de la Comisión, uno de cada tres residentes de la capital son de fuera, por lo que los oriundos de Pekín disfrutan estos días de carreteras despejadas y relajados viajes en metro o autobús, normalmente atestados.

La entrada del Año de la serpiente se vive en China como la tradicional nochevieja occidental, con cenas familiares, mucha comida y las clásicas tracas de petardos, que suenan desde hace ya unos días. Este año, además, el palmares de invitados de los programas nocturnos en las cadenas estatales es más internacional que nunca, con Celine Dion y el famoso surcoreano PSY como estrellas invitadas.

Por otro lado, los líderes chinos también se reunieron ayer para celebrar el comienzo vacacional en una recepción en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, a la que asistieron tanto los salientes, el presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao, como sus sucesores, Xi Jinping y Li Keqiang, según imágenes publicadas hoy por la prensa oficial.

Por último, China despidió ayer al Año del Dragón para dar la bienvenida a la Serpiente, menos poderosa en el horóscopo lunar pero "bendecida" este año por una casualidad: Xi Jinping, que presidirá el gigante asiático a partir de marzo, nació bajo el influjo del reptil.