LONDRES. "En pocas palabras: Reino Unido funciona. Reino Unido funciona bien. ¿Por qué romperlo?", alega Cameron en una columna abierta publicada en los periódicos escoceses este domingo. "Esta es la gran cuestión que Escocia ha de decidir. Pero la respuesta concierne a todo Reino Unido", advierte.
Cameron resalta que Escocia goza de un estatus de "lo mejor de ambos mundos", puesto que disfruta de un régimen autónomo dentro de Reino Unido --tiene su propio Parlamento--, uno de sus argumentos más reiterados. Downing Street, incluso, se ha aprestado a ceder más competencias al Gobierno irlandés, dominado por el Partido Nacionalista Escocés (SNP).
"Escocia está mejor en Reino Unido. Todos estamos mejor juntos y somos más pobres separados", razona el 'premier' británico.
Dos semanas después de que Cameron anunciara la convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea a partir de 2015 si es reelegido, el primer ministro británico urge a Esocia a no romper una unión federal que pervive desde hace más de 306 años.
"Queremos que escrutéis, razonéis y os forméis vuestra propia opinión. Esto no debe ser un salto al vacío, sino una decisión tomada a la luz del día", sostiene Cameron, que no duda que una Escocia independiente pudiera persistir.
MOMENTUM Los sondeos muestran que el apoyo a la independencia se ha estancado en el 32 por ciento, mientras que los detractores se mantienen en el 47 por ciento. Esto, sin embargo, no amilana al SNP, que ha publicado un documento que establece una 'hoja de ruta' para una transición en 16 meses, algo tachado de surrealista por los más escépticos.
Este artículo de Cameron viene, precisamente, un día antes de que el Gobierno escocés desvele los primeros informes legales y políticos sobre las implicaciones constitucionales que conllevaría un 'Sí' a la independencia de Escocia.
En Escocia, los firmes partidarios de la independencia abogan por hacerla oficial en 2016 como tarde y esgrimen la creciente lejanía de Londres con respecto a la realidad escocesa.
Cameron, entretanto, se juega, una vez más, su prestigio y entereza política, habida cuenta de su compromiso de presentarse a la reelección en 2015 para impulsar su mayor apuesta, el referéndum sobre la pertenencia a la UE, de hecho, la iniciativa que ha apaciguado los ánimos en el seno de su formación, el Partido Conservador.