Bagdad. Al menos 23 personas murieron ayer y otras 50 resultaron heridas en un atentado suicida en una localidad al norte de Bagdad contra miembros de los denominados Consejos de Salvación iraquíes, milicias tribales suníes progubernamentales, informaron fuentes del Ministerio del Interior de Irak. Un supuesto suicida hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en medio de una reunión de integrantes de los Consejos de Salvación, que estaban recibiendo sus sueldos en la ciudad e Tayi, 20 kilómetros al norte de la capital iraquí, según las fuentes.

Los milicianos se encontraban en una base del Ejército iraquí, lo que explica que entre los muertos haya tres soldados iraquíes y entre los heridos, otros nueve militares, añadieron las fuentes.

Los heridos, algunos de ellos en estado grave, fueron trasladados a los hospitales locales para recibir tratamiento médico.

En otro suceso, un oficial de la policía iraquí murió y otro resultó herido por el estallido de un artefacto explosivo al paso de una patrulla policial en el barrio de Al Yihad, en el oeste de Bagdad.

Estos atentados se producen después de que ayer al menos treinta personas murieran y otras setenta resultaran heridas en un atentado suicida y un posterior ataque armado contra la sede de la policía en la ciudad de Kirkuk, ubicada a 250 kilómetros al norte de Bagdad y que causó también cuantiosos daños materiales.

Precisamente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenaba ayer los últimos atentados terroristas ocurridos el domingo en la ciudad iraquí de Kirkuk, en los que murieron al menos treinta personas y otras setenta resultaron heridas. "El secretario general está al tanto de lo ocurrido este fin de semana en Irak y condena los ataques y está especialmente preocupado por la situación en Kirkuk", afirmó ayer.