MADRID. En un comunicado emitido este sábado, Ibrahim sostiene que está listo para oficializar su dimisión si así lo requiere el pueblo egipcio. El titular de Interior reconoce que, cuando aceptó el cargo el pasado mes, era consciente del complicado momento que atravesaba el país.

Junto al presidente de Egipto, Mohamed Mursi, Ibrahim también ha sido el foco de las críticas de la oposición por la actuación de la Policía en los altercados registrados en las inmediaciones del palacio presidencial. Las cámaras de seguridad captaron la detención de un hombre de 48 años que fue apaleado y desnudado por los policías, lo que ha provocado numerosas denuncias de represión.

Ibrahim se defiende y recalca que ya ha abierto una investigación para esclarecer el incidente e identificar a los culpables, que serán llevados ante la Justicia, según apunta en el comunicado.

El Ministerio del Interior es una "entidad puramente patriótica", alega Ibrahim, que únicamente trabaja por y para la seguridad de los ciudadanos egipcios, según recoge el diario egipcio 'Al Ahram'. "Si el Ministerio cayera, el país sería un campo abierto para los milicianos", advierte Ibrahim.

En las últimas dos semanas, decenas de miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades del país para conmemorar el derrocamiento de Mubarak hace dos años y para protestar contra el Gobierno de Mursi.

El presidente decretó el estado de emergencia en la ciudad de Suez, de gran importancia estratégica por el canal, con una vigencia de un mes para tratar de desalentar los disturbios. A ello se ha unido la sentencia de muerte a 21 personas por su implicación en la matanza en un estadio de fútbol en Port Said.