BERLIN. "Las reformas introducidas están comenzando a tener un impacto", ha remarcado Merkel, en el mensaje de Año Nuevo que será difundido este lunes por la noche.
"No obstante, hemos de tener más paciencia. La crisis está lejos de llegar a su fin", advierte Merkel, que desdice así al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, que en una entrevista publicada el pasado viernes aseveró que lo peor de la crisis en la zona euro ya ha pasado.
"Sé que hay mucha gente que, naturalmente, está preocupada por el nuevo año y el contexto económico, de hecho, no será más fácil, sino bastante más complejo. Pero eso no debe abatirnos, sino animarnos", matiza Merkel.
DEFIENDE SU GESTIÓN EN ALEMANIA En clave interna, Merkel ha pedido paciencia a los ciudadanos alemanes a tenor del alargamiento de la crisis que azota a la zona euro y ha enarbolado como garante de su gestión los últimos datos de empleo --paro en el mínimo histórico desde la reunificación y el número de personas con trabajo, rebasando los récords anteriores--.
"Para nuestra prosperidad y nuestra solidaridad, necesitamos dar con el correcto balance", afirma Merkel. "La crisis de la deuda soberana europea muestra cuán importante es este balance", argumenta la canciller alemana.
A su juicio, "el mundo no ha aprendido de suficientemente las lecciones de la devastadora crisis financiera de 2008", lo que conlleva que el Estado ejerza de "guardián del orden", algo que, la canciller alemana dice, "la gente debería tener en cuenta".
Merkel afronta 2013, año electoral en Alemania, con una amplia renta sobre el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) en los sondeos, a pesar de la gestión de la crisis europea, cuestionada por los barones más conservadores de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU).
Con estos resultados, Merkel podría reeditar en una posible tercera legislatura la gran coalición con el SPD que formó entre 2005 y 2009, a expensas del avance de Los Verdes, que amenazan con apartar a Merkel del poder.