WASHINGTON. Los negociadores serán el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, quienes tienen en sus manos un acuerdo que podría evitar que la economía estadounidense vuelva a recaer en 2013.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió ayer a Reid y McConnell que consigan una propuesta que pueda aprobar el Senado, controlado por los demócratas, y la Cámara de Representantes, de mayoría republicana.
Por delante queda un fin de semana de negociaciones y propuestas que previsiblemente se harán a través de los jefes de gabinete de ambos, por correo electrónico y teléfono, y no de manera directa.
La postura de partida de Reid será la que ha defendido Obama repetidas veces, que se permita la subida de impuestos para los ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales, como forma de complementar recortes "responsables" que ayuden a reducir el déficit.
Los republicanos se han negado a cualquier subida de impuestos, pero parece que ceder en ese punto será la única manera de lograr que no se desencadenen unas medidas que podrían acabar con el crecimiento de la primera economía mundial.
Según varios medios estadounidenses, los demócratas esperan que los republicanos ofrezcan que se aumente a 400.000 dólares el umbral a partir del cual expirarán las exenciones impositivas aprobadas durante el mandato de George W. Bush.
Asimismo, los republicanos podrían exigir como compensación que se rebajen los impuestos estatales.
Se espera que el acuerdo, si se logra, esté finalizado el domingo, día en el que se reunirán el Senado y la Cámara de Representantes de manera extraordinaria.
Obama dijo el viernes ser "moderadamente optimista" con el resultado de estas negociaciones y recordó a los legisladores que la parálisis de Washington es vista con impaciencia y desilusión por los estadounidenses.
Si finalmente se alcanza el esquivo consenso, la ley que evitará las partes más apremiantes del "abismo fiscal" podría ser firmada por el presidente estadounidense el mismo día de Nochevieja, pocas horas antes de que venza el plazo.