Moscú. El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia aprobó ayer unánimemente una ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de familias de Estados Unidos, muy criticada por varios ministros del Gobierno. La prohibición, que recibió el voto de los 143 senadores, forma parte de una ley en represalia por el Acta Magnitski aprobada por Estados Unidos y que impone restricciones a funcionarios rusos por la muerte en prisión preventiva del abogado ruso Serguéi Magnitski.

De esta forma, ahora solo falta la promulgación del presidente, Vladímir Putin, para su entrada en vigor el próximo 1 de enero, y todo indica que así lo hará. La ley también prohíbe las actividades de las organizaciones que tramitan las adopciones y suspende la vigencia del acuerdo bilateral en esta materia, suscrito en julio pasado.

"Considero amoral dedicarse a enviar a nuestros niños a cualquier otro país, no solo a Estados Unidos. Propongo regresar a este tema en primavera y prohibir en general la entrega de niños a otros países", manifestó el senador Valeri Shtírov. En su opinión, Rusia se vio obligada en el pasado a recurrir a la adopción extranjera, pero esta actividad "acabó por convertirse en un gran negocio". Al respecto, otro legislador, Yevgueni Tarlo, estimó en 1.500 millones de dólares el dinero que mueve este negocio.

Pável Astájov, Defensor de los Derechos del Niño ante el Kremlin, se mostró dispuesto a convencer a los dirigentes rusos de que la adopción extranjera es perjudicial para Rusia. "Un país tan grandioso como Rusia no puede comerciar con sus niños. (La adopción extranjera) allana el camino para la corrupción y crea unas condiciones no competitivas para las familias rusas. Un extranjero que paga dinero por la adopción siempre tiene prioridad sobre potenciales padres rusos", señaló.

Esta no es la opinión del Defensor del Pueblo, Vladímir Lukín, para el que la controvertida ley es muy tosca desde el punto de vista jurídico. "Me alegraría mucho si el presidente encargara a juristas que revisaran esta ley de la manera más cuidadosa posible y tomara una decisión tras esa revisión", apuntó. El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, adelantó que Rusia comenzará en breve el proceso de denuncia del acuerdo bilateral de adopciones con Estados Unidos. Putin, que dejó entrever la pasada semana en la rueda de prensa anual que promulgará la iniciativa parlamentaria, acusa a Estados Unidos de incumplir el acuerdo bilateral y denunció la muerte de varios niños rusos acogidos por padres norteamericanos debido a malos tratos. La viceprimer ministra encargada de Asuntos Sociales, Olga Golodets, ha advertido de que el proyecto de ley se contradice con varias normas y actas internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niños, algo que niega el Kremlin.

Según una encuesta publicada la víspera por la compañía Opinión Pública, un 56% de los rusos apoyan la prohibición, que le ha granjeado a Rusia un aluvión de criticas internacionales. Se calcula que hay cientos de miles de huérfanos y niños abandonados en Rusia, país donde solo en los últimos años las familias se han animado a acoger niños en régimen de adopción.