El cairo. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, defendió ayer la transparencia del referéndum constitucional, marcado por denuncias de fraude, y reiteró su llamamiento a la oposición para que participe en un diálogo nacional. En un discurso con motivo de la aprobación de la nueva Carta Magna, Mursi subrayó que el plebiscito contó con una supervisión judicial completa y que Egipto comienza ahora "una fase de estabilidad y desarrollo".

El presidente egipcio anunció que para afrontar los desafíos de la nueva etapa se efectuará una remodelación del gobierno, sobre la que ya ha tratado con el primer ministro, Hisham Qandil. "Hemos vivido días y semanas de preocupación y espera, durante los que he tratado de que la patria llegue a buen puerto y se acabe la etapa transitoria de casi dos años, durante la que la economía ha sufrido y ha habido disputas políticas", manifestó Mursi.

Para tratar de cerrar la brecha entre las distintas fuerzas políticas, Mursi volvió a instar a un diálogo, que por el momento los grupos no islamistas han boicoteado por su rechazo a la Constitución y a las últimas decisiones de Mursi. "La polémica sobre la Constitución es normal en un país que se está dirigiendo hacia la democracia, y estas discrepancias de opinión son un fenómeno sano", agregó. En su alocución, reconoció que la etapa pasada estuvo marcada por algunos errores de todas las partes y asumió la responsabilidad de ello.

"He insistido en que Egipto tenga una Constitución para recuperar la estabilidad y por eso he tomado muchas decisiones difíciles", subrayó. Sobre la Carta Magna, afirmó que limita los poderes del jefe del Estado: "Hace del presidente un servidor del pueblo y no un gobernante tirano", añadió. En su opinión, el texto refleja el espíritu de la Revolución del 25 de Enero de 2011 con su rechazo a la discriminación y su respeto a las libertades, entre ellas la de opinión.

"No quiero el poder ni me interesa controlarlo todo porque el poder es del pueblo egipcio", apostilló, en alusión a los que critican que el presidente y los Hermanos Musulmanes buscan dominar todos los resortes del poder. La Comisión Electoral egipcia anunció los resultados definitivos del plebiscito sobre la nueva Constitución en el que ganó el , apoyado por los islamistas, con el 63,8% de los votos.