belfast. La Policía de Irlanda del Norte (PSNI) anunció ayer que en enero comenzará la investigación "larga y compleja" sobre el asesinato de 14 manifestantes a manos de soldados británicos del Primer Regimiento de Paracaidistas en la ciudad de Derry en 1972, en el conocido como Domingo sangriento. La número dos de la policía norirlandesa, Judith Gillespie, comunicó a los familiares de las víctimas que ya se han realizado los trabajos preparatorios y que las pesquisas arrancarán al comenzar el nuevo año. Estas se alargarán durante cuatro años y estarán a cargo de 15 investigadores de la Unidad de Crímenes Graves, al que se unirá también un número extra de especialistas.
Como parte de la investigación, serán llamados a declarar los soldados británicos que participaron en aquella matanza del 30 de enero de hace cuarenta años. Tras analizar las conclusiones del informe Saville, hecho público en junio de 2010, el PSNI y la Fiscalía norirlandesa anunciaron el pasado mes de julio su intención de llevar a cabo una investigación sobre uno de los episodios más dramáticos del conflicto en Irlanda del Norte. Y la fecha se concretó ayer, para satisfacción de los familiares de las víctimas. John Kerry, hermano de uno de los fallecidos, señaló al término de la reunión con Gillespie que "ha sido una reunión muy positiva". "Todas las preguntas que hicimos tuvieron respuesta", agregó.
Tras doce años de investigación, el juez lord Saville concluyó que las catorce víctimas mortales y las trece personas que resultaron heridas durante aquella manifestación por los derechos civiles en las calles de Derry estaban desarmadas, que no suponían una amenaza para los soldados y que fueron alcanzadas por los disparos cuando trataban de huir de los militares. La actuación del Primer Regimiento de Paracaidistas fue, según el juez, "injustificada e injustificable". En respuesta al informe, el primer ministro británico, David Cameron, pidió perdón por la actuación del Ejército británico en un simbólico acto en la Cámara de los Comunes, donde reconoció que las víctimas eran personas inocentes. En 1998, el entonces primer ministro, Tony Blair, ordenó una investigación, de cuya instrucción se encargó el ex juez del Tribunal Supremo lord Saville of Newdigate. Este acabó sus investigaciones en 2004 y los resultados del informe debían haberse publicado al año siguiente, algo que, sin embargo, no ocurrió sino en junio de 2010. La primera investigación oficial, de la que se ocupó lord Widgery en 1972, reveló ya que cuatro de las víctimas, que no representaban amenaza alguna para los soldados británicos, fueron tiroteadas por la espalda cuando intentaban escapar. Pero aquel primer juez instructor exoneró a los militares al indicar que el IRA oficial había abierto fuego primero contra los soldados y que estos abatieron a los civiles por error.