Bruselas. La Unión Europea donará el dinero que ganó con el Premio Nobel de la Paz a proyectos destinados a asistir a 23.000 niños refugiados en diferentes zonas del mundo. A los 930.000 euros del premio Nobel se sumarán para ese fin dos millones de euros de su presupuesto de ayuda humanitaria. Estos fondos serán destinados a las agencias de las Naciones Unidas Unicef y Acnur, así como a la Agencia para la Cooperación Técnica y el Desarrollo, Save the Children y el Consejo de Refugiados Noruego.
El dinero será destinado a 4.000 niños refugiados sirios en los campos situados en la frontera entre Irak y Siria; más de 5.000 niños colombianos, en su mayoría refugiados en Ecuador; 11.000 menores congoleños desplazados a la provincia oriental de la República Democrática del Congo y refugiados en Etiopía, y 3.000 niños paquistaníes en la zona de conflicto del norte del país.
La donación del premio en metálico a los menores afectados por los conflictos fue decisión unánime de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; del Parlamento Europeo, Martin Schulz; y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
"Nos pareció evidente que el importe del Premio Nobel de la Paz debía concederse al colectivo más vulnerable y, a menudo, el más severamente golpeado por las guerras: los niños", manifestó ayer Durao Barroso.
"Nuestro deseo es que los derechos de todos los niños del mundo sean objeto de una protección constante. Ningún menor debe ser privado de la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial", agregó el presidente de la Comisión Europea.