ROMA. El presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, pidió ayer a los partidos políticos que no quemen la confianza en Italia recuperada por el Gobierno tecnócrata de Mario Monti, tras un "brusco" final anticipado de la legislatura que le ha causado "pesar y preocupación". Napolitano repasó ayer los últimos acontecimientos políticos durante la ceremonia de intercambio de felicitaciones navideñas a los altos cargos del Estado celebrada en la sede de la Presidencia de la República en Roma, donde además quiso abordar los desafíos institucionales que el país afrontará a partir de ahora.
En un acto retransmitido en directo por televisión, el jefe del Estado italiano dijo que siente "pesar y preocupación" por una "ligera anticipación respecto al plazo natural de la legislatura, motivada por una brusca aceleración", después de que el 8 de diciembre Monti anunciara que dimitirá tras aprobarse los presupuestos generales de 2013. "Esta conclusión no plena, esta interrupción 'in extremis' de la experiencia iniciada hace trece meses, no puede eclipsar la fecundidad del Gobierno, más allá del pesar y de la preocupación que su brusco final ha suscitado", apuntó Napolitano.
Agregó que "es necesaria una nueva fase de rigor y un nuevo impulso con carácter laborioso y unidad. Es necesario trabajar con gran ahínco y los próximos cinco años son un periodo oportuno para el cambio y las reformas que requiere Italia". El presidente de la República, cuyo mandato expira el próximo mayo, confirmó que será él quien encargue la formación de un nuevo Gobierno, en base a la mayoría parlamentaria que salga de las elecciones que convocará de modo anticipado, una vez que Monti formalice su dimisión y disuelva las cámaras.
"Con las elecciones que se acercan está claro que se volverá a una natural recuperación por las fuerzas políticas de su papel y, sobre la base del consenso que los electores darán a cada una de ellas, se asentarán las valoraciones del jefe del Estado", dijo. El presidente reconoció que puede haber "divergencias" entre los partidos en el balance del Gobierno de Monti, pero ese "fuego cruzado polémico no debe quemar la recuperación de la confianza en Italia que se ha manifestado en los últimos tiempos en Europa, la comunidad internacional y los mismos mercados".
continuidad y estabilidad Napolitano pidió "continuidad y estabilidad, a pesar de que cambien los equilibrios políticos" en las próximas elecciones, que previsiblemente se celebrarán en febrero, una vez que, como todo apunta, Monti formalice su dimisión tras votarse este mismo viernes los presupuestos en la Cámara de los Diputados.
Mientras los partidos y las instituciones siguen enfrascados en conjeturas y debates sobre los comicios, Monti continúa sin desvelar sus pretensiones, después de que su predecesor, Silvio Berlusconi, le haya ofrecido liderar la candidatura del centroderecha.
En el mensaje de felicitación a los escolares difundido ayer por la radio pública italiana, Monti asegura que ha puesto a salvo a Italia durante 2012 con sus reformas económicas, un camino que, según él, debe seguir recorriendo el país en los próximos meses, pero no desveló nada sobre su futuro.