Caracas. El mandatario venezolano, Hugo Chávez, superó el martes la operación de seis horas a la que fue sometido en La Habana. "De esta salimos y esta revolución seguirá su camino por este siglo y por los siglos de los siglos", exclamó el vicepresidente Nicolás Maduro ante un grupo de seguidores chavistas durante una vigilia en Caracas. Momentos antes, acompañado por el Gobierno bolivariano en pleno, dirigió un mensaje a la nación para informar de la conclusión de la cuarta intervención quirúrgica a la que ha hecho frente Chávez en los últimos 18 meses.
Maduro precisó que la etapa postoperatoria durará varios días y que el Gobierno irá informando diariamente de la evolución del presidente. "La operación del día de ayer (por el martes) fue una operación compleja, difícil, delicada, lo cual nos dice que el proceso postoperatorio va a ser también un proceso complejo y duro", explicó Maduro. Chávez llegó a La Habana en la madrugada del lunes después de anunciar, el sábado, que tenía que someterse de manera "absolutamente necesaria" a una nueva operación quirúrgica del cáncer que le detectaron hace 18 meses en la zona pélvica, pero del que aún no se sabe ni ubicación exacta ni tipología. El presidente contempló, incluso, un escenario en el que no pudiera ejercer la presidencia.
Se trata de la primera vez que Chávez habla abiertamente de esta posibilidad y a menos de un mes de que asuma un nuevo mandato, sus palabras han dejado un manto de incertidumbre sobre el país. Todo se ha vuelto más relevante estos días en Venezuela y hasta las elecciones regionales del domingo, en las que están en juego las 23 gobernaciones del país sudamericano, adquieren una nueva dimensión ante la perspectiva de que se abra la carrera por la candidatura opositora en unas elecciones adelantadas. La Constitución venezolana prevé comicios en 30 días tanto si el presidente no puede asumir un nuevo periodo presidencial (2013-2019), el 10 de enero, como si fallece en los primeros cuatro años del mandato.
Chávez viajó la semana pasada de La Habana a Caracas para informar a la población de su nueva intervención quirúrgica y anunciar a su sucesor. Nicolás Maduro. "Chávez está luchando para dejar toas sus cosas amarradas, él se siente un padre que está arreglando los papeles para sus hijos y quién se va a encargar del negocio familiar", opina el analista Luis Vicente León.
"Tener una cadena de sucesión natural clara minimiza los riesgos de implosión, de la división interna, de los movimientos", agrega. Sin embargo, contemplar esta posibilidad no significa que vaya a suceder, coinciden tanto León como el politólogo Carlos Romero, profesor de la Universidad Central de Venezuela. Así, Romero enmarca la intervención del sábado de Chávez en la necesidad de "poner orden" en el país para evitar una competición por el liderazgo oficialista y también con la vista puesta en las elecciones del domingo. Para Nícmer Evans, profesor de Ciencia Política de la Universidad Central de Venezuela, la continuidad del chavismo es similar a la del peronismo: no tiene que ver con que Chávez esté vive o no. En su opinión, la supervivencia del proceso revolucionario estará basado en "la legitimación y legitimidad de quien esté llamado al relevo" y, por otra parte, en "la comprensión de que después de Chávez la única manera de mantener el proceso revolucionario es a través de una dirección colectiva".
Oposición Con las encuestas favoreciendo al oficialismo, también está en juego el liderazgo del excandidato presidencial Hernique Capriles en el seno de la oposición, ya que una derrota en el estado de Miranda ante el aspirante chavista, el exvicepresidente Elias Jaua, descabezaría a los antichavistas. "Henrique Capriles es el líder natural de la oposición y su mejor carta para enfrentar a Maduro", considera Luis Vicente León, quien sostiene que, con o sin enfermedad de Chávez, el oficialismo "va a ganar la mayoría de las gobernaciones". "Si Capriles consigue rescatar su estado, es muy poco probable que alguien pueda retar su poder", concluye.