El Cairo. Tras dos semanas de protestas contra el presidente de Mohamed Mursi, el líder de los Hermanos Musulmanes se dirigió ayer al pueblo. "Lo que actualmente hay en Egipto no es una oposición", aseguró Mohamed Badia en una rueda de prensa en El Cairo retransmitida por televisión. Más bien se trata de una banda "criminal", señaló. Sus palabras recuerdan a tiempos no tan lejanos. Badia aseguró que la Hermandad Musulmana quiere cooperar con los activistas, tal como ocurrió hace casi dos años en la plaza de Tahrir, cuando en el centro de El Cairo los manifestantes protestaron hasta que el presidente Hosni Mubarak dejó el poder.

Pero, para Badia, los últimos disturbios son obra de alborotadores a los que se les paga para dañar el país. Y al diálogo previsto para ayer entre el jefe de Estado y la oposición tan solo acudió uno de los rostros conocidos: el liberal Eiman Nur. El resto no asistió porque no se conformó con la declaración de la cúpula egipcia de que la fecha para el cuestionado referéndum sobre la Constitución (previsto para el 15 de diciembre) se podría aplazar con determinadas condiciones -que su resultado estuviera blindado ante la Justicia-. Mientras, la exigencia de que Mursi derogue el decreto constitucional que blinda sus decisiones a la acción judicial no se ha cumplido.

En lugar de ir a hablar al Palacio Presidencial, el premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei instó, vía Twitter, al ministro de Justicia a esclarecer las circunstancias de la muerte de varios manifestantes -el pasado miércoles murieron siete personas entre opositores e islamistas-, así como los casos de "tortura" en los alrededores del palacio. Activistas y periodistas informaron sobre casos en los que islamistas se tomaron la justicia por su mano. Seguidores de Mursi pegaron a manifestantes, los retuvieron y los interrogaron.

Estas no serían buenas condiciones previas para el diálogo. Desde que Mursi llegara al poder hace cinco meses, los críticos ven con preocupación a la confirmación de sus temores, que el jefe del Estado está actuando en interés de la Hermandad Musulmana. La forma en la que mandatario egipcio quiere impulsar una nueva Constitución que islamiza la sociedad es una prueba de ello, según los opositores.

Hasan Abu Talib, consejero en el centro Al Ahram de El Cairo para estudios políticos y estratégicos, resume la decepción de muchos egipcios: "Durante la revolución luchamos juntos, ahora se han vuelto contra nosotros", manifestó en referencia a los Hermanos Musulmanes. "Mursi -agregó- no está actuando como jefe de Estado, sino como el que recibe las órdenes de los hombres que dirigen la Hermandad Musulmana, como Badia o el candidato a la presidencia que no se pudo presentar por cuestiones formales Jairat al Shater". No obstante, el presidente se encuentra en un momento crucial, según la opinión de Abu Talib. "El líder de los Hermanos Musulmanes, Mursi tiene que demostrar que él es el presidente de todos los egipcios", concluyó Abu Talib.

Primera reacción del Ejército Ante esta crisis política, el Ejército hizo valer ayer su autoridad y urgió a las partes a lograr un compromiso. De lo contrario, Egipto entrará en un "túnel oscuro" que conducirá a la catástrofe "y eso no lo vamos a permitir", dejó claro la cúpula de las Fuerzas Armadas en un comunicado. Estas alertaron de que si los distintos grupos políticos no alcanzan un consenso para salir de la actual crisis las consecuencias pueden ser trágicas.

"El método del diálogo es el mejor y único para llegar a un consenso y lograr los intereses supremos del país y los ciudadanos. Lo contrario nos introduce en un oscuro túnel cuyo resultado será trágico, y eso es algo que no permitiremos", explicó el Ejército. En su primera reacción oficial a la tensión que vive el país, afirmó que "la continuidad de la crisis no beneficiará a ninguna parte y el precio de ello lo pagará toda la patria". Según las Fuerzas Armadas, las diferencias por cuestiones ideológicas son comprensibles, pero si estas llevan a "un choque o a un conflicto es un asunto que todos deben evitar".

"Respaldamos el diálogo nacional y la senda democrática seria y sincera sobre las causas y puntos en los que se discrepa, hasta llegar a un consenso que reúna a todos los componentes de la patria", agregó la nota. Las Fuerzas Armadas subrayaron que quieren la unidad del pueblo egipcio, por lo que pidieron a todas las partes vigilar con mucha cautela "los sensibles acontecimientos que se registran en el plano interno y externo para evitar evaluaciones y cálculos erróneos".

En su opinión, estas evaluaciones erróneas podrían impedir distinguir "entre lo que se requiere para solucionar la actual crisis y entre los principios estratégicos basados en la legitimidad jurídica y las bases democráticas acordadas para avanzar hacia el futuro". Por último, subrayó "su responsabilidad patriótica de preservar los intereses supremos de la patria y proteger los lugares vitales e instituciones públicas y los intereses de los ciudadanos".