Roma. Donde dije digo, digo Diego parece ser el lema del ex primer ministro italiano, el siempre polémico Silvio Berlusconi, que ha abierto la puerta a presentarse de nuevo como candidato a la jefatura del Gobierno a las elecciones que tendrán lugar el próximo marzo o abril. Su argumento: no puede permitir dejar a su país en la grave situación en la que se encuentra. Después de haber asegurado el pasado octubre que seguiría dedicándose a la política, pero que no volvería a presentarse como candidato a las elecciones legislativas, Berlusconi confirmó en una nota emitida la noche del miércoles que "tomará una decisión en los próximos días".

"Estoy acosado por las tantas peticiones que me piden que anuncie de nuevo que me presentó a las elecciones. La situación actual es mucho más grave que la de hace un año cuando dejé el Gobierno. No lo puedo consentir", se puede leer en la nota emitida tras una reunión con la Ejecutiva de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL). Berlusconi dimitió en noviembre del año pasado debido a la crisis económica que atravesaba el país, sin embargo, ahora, asegura: "La economía de Italia está exhausta. Un millón de parados más. La deuda que aumenta, el poder adquisitivo que cae, la presión fiscal a niveles insoportables. Las familias italianas angustiadas porque no pueden pagar el IMU (impuesto sobre la primera casa). Las empresas que cierran y el mercado del automóvil destrozado".

"No puedo consentir que mi país caiga en una espiral de recesión sin fin. No es posible seguir adelante de esta manera. Son estas las dolorosas constataciones que determinarán nuestra decisión en los próximos días", explicó Berlusconi. La hipótesis de un regreso del ex primer ministro se lleva barajando varios días en el país ante el caos que reina en las filas del centro derecha para elegir a un líder, a pesar de que se anunciaron unas primarias para el 16 de diciembre que los analistas aseguran que nunca se celebrarán. Además, los últimos sondeos dan al Partido Demócrata (PD) como ganador con cerca el 34% de los votos, mientras que el PDL rozaría el 15%.