Berlín. Las relaciones entre Israel y Alemania pasan por su momento más delicado de los últimos años y ni la canciller Angela Merkel ni el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hicieron el menor esfuerzo por ocultarlo al reunirse ayer en Berlín. "Estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo", formuló Merkel en la sede de la Cancillería junto a Netanyahu al comentar la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.

"Creemos que hay que evitar las medidas unilaterales. Esto se refiere también a los asentamientos", añadió la canciller. "Israel decide como Estado soberano. Nosotros opinamos como socios y nuestro objetivo es la solución de dos Estados". Berlín suele evitar cualquier crítica abierta a Israel, un aliado especial por motivos históricos, pero Merkel utilizó un tono inusualmente claro para transmitir su enfado. Ante la pregunta de si su Gobierno analiza medidas concretas contra Tel Aviv por los asentamientos, la canciller respondió tajante: "No soy una persona que haga amenazas".

Netanyahu llegó el miércoles a la capital alemana en medio de un gran despliegue de seguridad para participar en las consultas de gobierno germano-israelíes. Por la noche cenó con Merkel. Tras la reunión de ayer, el líder israelí coincidió en que el encuentro sirvió para "dejar claro los puntos en los que hay desacuerdo" y admitió que las conversaciones se dieron "en un marco realista". Las 3.000 nuevas viviendas que Israel construirá en Cisjordania y Jerusalén Este ha despertado las críticas de la mayoría de Gobiernos europeos, pero Netanyahu quitó ayer importancia a este enfado: "No perdimos a Europa". Pese a las diferencias, Merkel insistió en que "la seguridad de Israel es parte de la razón del Estado alemán" y calificó de "diálogo entre amigos" el encuentro con Netanyahu.

"Seguridad de Israel" El primer ministro israelí aseguró no tener "absolutamente ninguna duda de lo profundo que es el compromiso alemán con la seguridad de Israel". Por otro lado, Netanyahu consideró que "el único camino hacia la paz son las negociaciones directas con los palestinos". Por eso acusó al presidente palestino, Mahmud Abbas, de haber "acudido de forma unilateral a las Naciones Unidas" para pedir el nombramiento de Palestina como Estado no miembro observador del organismo.

La sorpresiva abstención alemana en ese voto también generó roces entre Israel y Alemania. Antes de viajar a Berlín, Netanyahu señaló que estaba "decepcionado" con Merkel.