DUBLÍN. Durante la segunda noche consecutiva de disturbios en la provincia británica, efectivos de la Policía norirlandesa (PSNI) fueron atacados con botellas y piedras por una muchedumbre compuesta por, aproximadamente, 1.500 unionistas (partidarios de la permanencia de la provincia en Gran Bretaña).

Los violentos demostraron de este manera su descontento con la decisión tomada por el Ayuntamiento de la capital de Irlanda del Norte este lunes, que votó a favor de retirar, por primera vez desde 1906, la bandera británica del consistorio.

Con 29 votos a favor y 21 en contra, los concejales municipales aprobaron una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, que permitirá que la bandera ondee solo en ciertos días del año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.

Según indicó hoy portavoz de la PSNI, los manifestantes también trataron de quemar y llegaron a destrozar durante los disturbios de anoche una oficina del partido Alianza, después de que alguno de sus miembros haya recibido esta semana amenazas de muerte.

Hasta el pasado lunes, la llamada "Union Jack" lucía a diario en la fachada del Ayuntamiento, motivo por el que los concejales nacionalistas pidieron su retirada definitiva para crear "un ambiente de neutralidad en una ciudad dividida".

Estos incidentes se producen un día antes de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, efectúe una vista de un día a Belfast, donde se reunirá con dirigentes de la provincia para hablar, entre otros asuntos, del proceso de paz y de las oportunidades económicas para los norirlandeses.

Clinton, quien participa hoy en Dublín en una reunión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), también asistirá en Belfast a un acto organizado por The Ireland Funds, una red de recogida de fondos que apoya programas de paz, reconciliación, cultura y desarrollo comunitario en Irlanda e Irlanda del Norte.