El Cairo. Tras ocho días de violencia y 152 fallecidos, Israel y las milicias palestinas de Gaza alcanzaron ayer un acuerdo para una tregua, que entró en vigor a las 21.00 horas de ayer. Los términos del alto el fuego estipulan que Israel no atacará la franja palestina por aire, mar o tierra, incluyendo las incursiones transfronterizas y los asesinatos selectivos. Mientras, las milicias dejarán de lanzar cohetes y no llevarán a cabo ataques en la frontera. Asimismo, 24 horas después de la entrada en vigor del alto el fuego, Israel se ha comprometido a la apertura de todos los cruces fronterizos y a aliviar las restricciones de movimiento de personas y mercancías.
La tregua también incluye el "libre movimiento de los pescadores y la extensión de la zona de pesca" que controla la Marina israelí en torno a Gaza, actualmente limitada a tres millas marinas. La implementación tendrá tres fases, con una primera de aplicación del cese de las hostilidades; en la segunda, El Cairo obtendrá garantías de todas las partes de que se comprometen a cumplir los puntos acordados; y, por último, las partes se comprometen a no llevar a cabo acciones unilaterales que vulneren dichos acuerdos, con Egipto como referencia para las denuncias de incumplimiento.
Así pues, Egipto será el garante y estará encargado de evaluar cualquier observación que presenten las partes al respecto. Poco después del anuncio, realizado en El Cairo por el ministro de Exteriores Egipcio, Mohamed Kamel Amr, y la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, se escucharon disparos al aire en la franja de Gaza para celebrar el acuerdo alcanzado. "Después de 8 días, las Fuerzas de Defensa Israelí, han logrado sus objetivos en la Operación Pillar de Defensa. El alto el fuego entra ahora en vigor", era el mensaje que se podía leer el en Twiiter del Ejército israelí. Las agresiones tuvieron lugar hasta el último minuto antes de que entrara en vigor la tregua, en una jornada en la que cifra de fallecidos palestinos ascendió a 147 y Tel Aviv revivió el horror de los ataques contra civiles.
"Egipto llevó a cabo grandes esfuerzos y contactos con los dirigentes palestinos, las facciones palestinas, con Israel y con las partes internacionales implicadas, a la cabeza de las cuales está EEUU, y esos esfuerzos llegaron a un acuerdo para el alto el fuego y al cese del derramamiento de sangre", explicó Kamel Amr en una rueda de prensa conjunta con Clinton. El titular de Exteriores se comprometió a que Egipto continuará con sus esfuerzos para hallar "una solución global y justa en la región", y que trabajará de igual forma para poner fin a la división interpalestina y para su reconciliación.
Por su parte, la jefa de la diplomacia estadounidense destacó el papel del nuevo Gobierno egipcio de Mohamed Mursi en las negociaciones y agradeció al mandatario islamista "su liderazgo personal". "Este es un momento crítico para la región. El nuevo Gobierno egipcio está asumiendo la responsabilidad y el liderazgo que han convertido durante mucho tiempo a este país en una piedra angular de la estabilidad y la paz", señaló la secretaria de Estado estadounidense. Clinton llegó a El Cairo, donde se reunió con Mursi después de haberse entrevistado con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en Ramala y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu en Jerusalén. A su llegada a la ciudad santa, Clinton reafirmó el apoyo "sólido como una roca" de Estados Unidos a Israel.
Las partes Poco después del anuncio , la oficina de Netanyahu explicó que el primer ministro había aceptado el alto el fuego por recomendación de Barack Obama. "El primer ministro habló con el presidente de EEUU y aceptó su recomendación de dar una oportunidad a la propuesta egipcia de alto el fuego", informó. Ya en una rueda de prensa, el propio Netanyahu remarcó que "lo apropiado para el Estado de Israel es un alto el fuego duradero", pese a ser consciente de que había ciudadanos en el país que pedían una ofensiva más dura en Gaza.
"Como primer ministro tengo la responsabilidad de dar los pasos necesarios para garantizar nuestra seguridad", señaló en una conferencia de prensa en su residencia de Jerusalén con el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, y el de Defensa, Ehud Barak. Además, Netanyahu valoró que Israel hizo que Hamás "pagara un alto precio".
Diferente visión tiene el líder del movimiento islamista en el exilio, Jaled Meshal, quien aseguró: "Israel quería destruir la infraestructura de la resistencia... No lo han logrado. Siempre dicen que lo han logrado. Es una afirmación barata". Meshal agradeció a Mursi su mediación. Por su parte, El secretario general de la ONU pidió ayer "máxima contención" a las partes y que cumplan lo acordado.