JERUSALÉN. "Estamos en el mismo sitio pero un poco más cerca", dijo al ser consultado sobre las negociaciones para poner fin a las hostilidades que comenzaron hace ocho días, y sin poder valorar cuándo se firmará el acuerdo.
Desde distintas capitales en la región algunas fuentes de los grupos armados de Gaza anunciaron ayer que el alto el fuego entraría en vigor la pasada medianoche, pero las negociaciones, que se llevan a cabo en El Cairo en el más absoluto secreto, no acaban de cuajar y en el terreno siguen las hostilidades.
"El Gobierno israelí nunca llegó a dar el sí al texto de acuerdo de tregua propuesto, todas las expectativas creadas fueron una táctica de presión de Hamás para reflejar una imagen victoriosa", aseguró a Efe el responsable israelí, bajo condición de anonimato.
Hoy, el grupo de nueve ministros principales del Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, vuelve a reunirse para estudiar la nueva propuesta, sin que haya indicios por el momento de que vaya a haber un anuncio en las próximas horas.
"No podemos decir nada en estos momentos. Hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos", indicó a Efe Mark Regev, portavoz para medios extranjeros de la oficina del primer ministro.
Fuentes palestinas en El Cairo revelaron que una de las divergencias está en torno al bloqueo de Gaza, que Hamás exige que sea levantado por Israel, según la edición electrónica del diario israelí Haaretz.
Respecto a este punto, la fuente consultada por Efe indicó que "todo puede ser" porque "ya hemos visto todo tipo de cosas en la región", y dio a entender que, en ese caso, en realidad estarían tratando el asunto con Egipto, país con el que Gaza comparte frontera en el Sinaí.
"Si Mohamed Mursi (el presidente egipcio) quiere, puede abrir Gaza sin el permiso de Israel... A ellos (los egipcios) no les importa lo que decimos nosotros. ¿Podemos nosotros hacer algo si deciden cerrar o abrir el paso de Rafah", matizó sobre el bloqueo que Israel impuso a la franja en 2006 y que alivió en 2010 a raíz de la muerte de ocho activistas turcos y un turco-estadounidense en el asalto a la Flotilla de la Libertad.
A decir de la fuente, "Egipto tiene sus propios intereses de seguridad, e incluso ideológicos, para abrir o cerrar el paso", e instó a que El Cairo dé una explicación sobre por qué insiste en que todas las mercancías que exporta a Gaza no pasen por Rafah sino por el paso de Kerem Shalom, bajo control de Israel.
"Con Israel pueden hablar únicamente del bloqueo marítimo, y levantarlo suena ya menos lógico por lo que pueda llegar a entrar (en Gaza)", sostuvo sobre el temor de su país a que ingresen grandes cantidades de armas.
Sin embargo, no descartó la posibilidad de que pudiera llegar a establecerse un "mecanismo de inspección" para que los barcos sean revisados antes de entrar en Gaza, quizás por Egipto ("el nuevo gobierno aún debe probar que es serio") o por otros miembros de la comunidad internacional.
En cuanto a si el atentado con bomba de esta mañana en Tel Aviv, en el que resultaron heridas siete personas, puede tener un impacto en las negociaciones afirmó que "desde luego no pone las cosas más fáciles".