La Habana. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han declarado un alto el fuego unilateral de dos meses a partir de hoy. El anuncio lo realizó ayer el número dos de la guerrilla, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, en La Habana en el marco del inicio de las conversaciones de paz con el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos. "El secretariado de las FARC-EP ordena a las unidades guerrilleras en toda la geografía nacional el cese de toda clase de operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública o privada durante el periodo comprendido entre las 00.00 horas del día 20 de noviembre de 2012 hasta las 00.00 horas del día 20 de enero de 2013", decía el comunicado leído ayer por Iván Márquez en el Palacio de Convenciones de la capital cubana.
"Esta decisión política de las FARC-EP es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario, para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado por todos los colombianos", añade la guerrilla en su declaración Abriendo senderos hacia la paz. Con este alto el fuego, las FARC se proponen mostrar su voluntad de "generar un medio ambiente político propicio para el avance de las conversaciones, en aras de alcanzar el compromiso de acordar un verdadero Tratado de Paz que ponga fin al conflicto social y armado, como es el anhelo de la mayoría de los colombianos". La guerrilla insta también al Gobierno de Santos a que cese la "guerra social impuesta" con sus reformas y leyes. Las FARC defienden, además, que "el pueblo tiene derecho a tomar la palabra en la mesa de conversaciones para trazar el destino de Colombia".
El Gobierno colombiano y la guerrilla iniciaron ayer la segunda fase del proceso de diálogo por la paz, con una negociación que arrancará con el debate del problema de la tierra y el desarrollo agrario. El equipo negociador del Gobierno de Juan Manuel Santos, que encabeza el exvicepresidente Humberto de la Calle, fue el primero en llegar al Palacio de Convenciones de La Habana. La delegación gubernamental, que no hizo declaraciones a la prensa, está integrada también por el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo; el exjefe de las Fuerzas Militares Jorge Enrique Mora, el exalto comisionado de Paz Frank Pearl y el representante de los industriales, Luis Carlos Villegas. El exdirector de la Policía colombiana Óscar Naranjo, quien también forma parte de los negociadores plenipotenciarios, viajará a la isla el próximo martes.
La guerrilla Media hora después llegaron los negociadores de las FARC, encabezados por Iván Márquez, a quien acompañaban la holandesa Tanja Nijmeijer, Rodrigo Granda (alias Ricardo Téllez), Jesús Emilio Carvajalino (Andrés París), y Luis Alberto Albán (Marco León Calarcá). Uno de los miembros de la delegación portaba una silueta en cartón a tamaño natural de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, otro de los negociadores designados por las FARC pero que se encuentra preso en Estados Unidos. La guerrilla colombiana confía en poder contar con Simón Trinidad en la mesa de diálogo e, incluso, en que Estados Unidos lo indulte, pero el país norteamericano dice no haber recibido ninguna petición al respecto.
Los equipos negociadores deberán negociar sobre los cinco puntos del preacuerdo al que llegaron el Gobierno de Santos y las FARC el verano pasado también en La Habana. Se trata de la puesta en marcha de una política de desarrollo agrario integral, la futura participación política de los guerrilleros, el fin del conflicto, la solución al problema de las drogas ilícitas y el tratamiento a las víctimas. Cinco puntos muy complejos para poner fin a un conflicto que dura ya más de medio siglo.