Edimburgo anunció ayer que la Comisión Electoral británica, encargada de supervisar todo lo referente al referéndum de independencia, tiene ya en su poder la pregunta propuesta por el gabinete. El gobierno liderado por el primer ministro nacionalista Alex Salmond propuso el siguiente texto: "¿Está de acuerdo con que Escocia debería ser un país independiente?".
Desde ahora y durante doce semanas, la Comisión estudiará si la formulación elegida desde Edimburgo es la más correcta para figurar en la papeleta de voto. El objetivo es que la cuestión a la que se tengan que enfrentar los electores en octubre del año 2014 sea fácil de entender, justa, neutra y sin ambigüedades. Para ello, la Comisión Electoral creará "grupos focales" integrados por votantes de toda Escocia para que den su opinión sobre la fórmula propuesta por el Gobierno. Además, también consultará a expertos en lingüística para que estudien el texto. Por último, la Comisión emitirá un informe con su opinión y consejo sobre la pregunta.
A este respecto, la viceprimer ministra escocesa, Nicola Sturgeon, recordó que "el referéndum respetará los más altos estándares internacionales" y subrayó que pidió consejo a la Comisión Electoral, ya que "tiene una considerable experiencia en regular referéndums y elecciones". Lo cierto es que el informe que emita este órgano no será vinculante aunque tendrá un peso propio específico muy grande que será difícil obviar. Según el experto constitucional, Alan Trench, "la opinión de la Comisión es suficientemente importante como para ser seguida. En caso contrario, podrían crearse problemas a lo largo de todo el proceso de consulta".
Decisión del parlamento La decisión final depende, en cualquier caso, de la Cámara escocesa donde el Partido Nacional Escocés (SNP), liderado por Alex Salmond cuenta con la mayoría absoluta. Desde la oposición, la líder de los laboristas Johann Lamont, la conservadora Ruth Davidson, y el liberaldemócrata Willie Rennie firmaron una declaración conjunta en la que señalaron que "es vital que el referéndum refleje claramente el futuro de Escocia". "Nosotros aceptaremos el mandato de la Comisión Electoral y esperamos que el SNP adopte también la misma decisión", añadieron.
En este sentido, la pregunta del gobierno tiene también el apoyo de la mayoría de votantes escoceses. Y es que la fórmula elegida por el ejecutivo escocés fue una de las protagonistas en la consulta que se realizó a los habitantes del norte de la isla y en la que tomaron parte unas 26.000 personas. De ellas, el 64% afirmó estar de acuerdo con la formulación ya que era clara, fácil de entender y directa. Mientras, el 28% se mostró en contra aduciendo que el comienzo de la frase, "está de acuerdo con…", induce a votar por el sí a la independencia.
Críticas a la consulta Los resultados de la encuesta realizada a los ciudadanos fueron publicados después del Acuerdo de Edimburgo en el que se sentaron las bases para el referéndum. Un hecho que suscitó las críticas entre los grupos de la oposición, pero también entre algunos independentistas, al considerar que deberían haberse conocido antes de la firma del documento entre Londres y Edimburgo.
Desde el grupo proindependencia Scottish Democratic Alliance, su portavoz Alex Wilson, calificó la publicación de los resultados de "estafa si no eres seguidor del SNP", ya que, según Wilson, la firma del acuerdo antes de que se conocieran las opiniones de los electores "deja sin efecto la consulta realizada".
La respuestas dan una buena imagen de lo que la mayoría de los habitantes del norte de la isla considera apropiado en torno a los distintos aspectos de la consulta independentista a pesar de que coincidan punto por punto con los detalles del acuerdo alcanzado entre ambas administraciones. Así, el 62% de la población consideró que era mejor realizar sólo una pregunta centrada en la independencia, desechando la opción incrementar la autonomía. A su vez, un 56% se mostró a favor de bajar la edad de voto a los 16 años y 6 de cada 10 aseguró que realizar el referéndum en el año 2014 es lo ideal "para tener tiempo suficiente para analizar las consecuencias de tomar una u otra decisión".