Madrid. La reducción del número de coches oficiales del parque móvil del Estado supondrá un ahorro para las arcas públicas de 10,5 millones de euros en los dos próximos años, según aseguró ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien precisó que la reducción total será del 53%, pero que la que se aplique a los que utilizan los altos cargos -presidente, ministros, secretarios de Estado, subsecretarios y directores generales- alcanzará el 66%.

Sáenz de Santamaría explicó que el Real Decreto hará que se "transforme el parque móvil ministerial en parque móvil del Estado". Una reforma en la que "se cambian los usos del coche oficial bajo los principios de austeridad y eficiencia".

Sobre los empleados la vicepresidenta precisó que no se realizará ningún ERE entre los conductores. Lo que se pondrá en práctica, dijo, serán "bajas de servicio", para que no se doblen turnos; se realizarán las jubilaciones por la edad y no habrá tasa de reposición.