En total, se sometieron a consulta pública 178 propuestas vinculantes repartidas en 38 estados, más el Distrito de Columbia.
La misma propuesta adoptada en Colorado y Washington, que choca frontalmente con las leyes federales que consideran la marihuana una droga ilegal, fue rechazada por los votantes en Oregón en una jornada histórica también para quienes defienden el derecho universal al matrimonio.
Los electores de Maine, Maryland y Washington dieron el visto bueno a las bodas entre personas del mismo sexo, mientras que en Minesota no salió adelante una propuesta que pretendía reformar la Constitución para definir el matrimonio como una unión solo posible entre un hombre y una mujer.
El apoyo en las urnas a los enlaces entre homosexuales resultó significativo especialmente porque hasta ahora la mayoría de la población se había negado a autorizar esas bodas casi todas las veces que había sido consultada y los avances en ese sentido se habían producido por vía judicial o parlamentaria.
El matrimonio entre personas del mismo sexo ya era legal en Estados Unidos en Connecticut, Iowa, Maryland, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Vermont y Washington, así como en el Distrito de Columbia, mientras que en cinco estados se permiten uniones civiles, aunque no es un derecho reconocido por el gobierno federal.
El consumo de marihuana con fines medicinales fue rechazado en Arkansas y autorizado en Massachusetts, mientras que se reformuló en Montana, un estado donde se votó a favor de exigir el permiso paterno antes de realizar un aborto a una menor, así como denegar acceso a servicios públicos a los inmigrantes irregulares.
En Florida, por su parte, no se aprobó una normativa que quería impedir que se usaran fondos públicos para financiar interrupciones del embarazo ni una regulación que pretendía abrir las puertas de las arcas estatales a las instituciones religiosas.
Massachusetts rechazó una medida para facilitar la eutanasia mientras que en California se frenó una iniciativa contra la pena de muerte.