Moscú. El rechazo más radical a los inmigrantes se hizo escuchar ayer en el centro de Moscú por boca de miles de ultranacionalistas en la denominada "Marcha Rusa", que por primera vez en cuatro años llevó sus consignas extremistas al corazón de la capital rusa.

Entre 6.000 personas, según la policía, y hasta 20.000 según los organizadores de la marcha, desplegaron sus símbolos, pancartas y consignas ultranacionalistas en las céntricas avenidas del río Moscova, que recorrieron sin incidentes hasta el lugar del mitin, frente al histórico Parque Gorki. "Hoy somos 20.000 pero pronto seremos 100.000, y después un millón", exclamó desde el escenario uno de los organizadores de la polémica marcha, el líder del movimiento "Rusos" Alexandr Belov. Los nacionalistas, que se han sumado a casi todas las manifestaciones contra el Kremlin que en el último año han recorrido las ciudades rusas, exigieron a las autoridades la eliminación de los artículos del Código Penal que persiguen a los extremistas.

También reclamaron que la etnia rusa sea definida en la Constitución como el pueblo que articula el Estado. Además, los nacionalistas exigen al Gobierno la introducción de visados para los inmigrantes procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas del Asia Central. Por primera vez en cuatro años, la polémica "Marcha Rusa" salió de la periferia Moscú, donde se había celebrado años anteriores, y se desplazó al centro a pesar de las airadas protestas de políticos y movimientos civiles por la tolerancia. Algunas organizaciones civiles y de derechos humanos han declarado que denunciarán a los organizadores del acto por la exhibición de consignas y pancartas extremista.