Roma. El actor estadounidense George Clooney y su exnovia, la presentadora italiana Elisabetta Canalis, no se presentaron ayer en el juicio por el caso Ruby, en el que el expresidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi está acusado de inducción a la prostitución de menores y abuso de poder. Sus nombres estaban en la lista de testigos llamados a declarar en el caso, pero ninguno se presentó en la sala.

Según explicaron los medios de comunicación, Clooney no ha contestado a la notificación que le enviaron a su residencia en el Laglio, frente al Lago di Como, mientras la que fue su novia, la presentadora y modelo Canalis, declaró que está en Estados Unidos para renovar sus papeles y poder continuar viviendo en este país y por ello le era imposible viajar. Sí que estarán presentes la presentadora italiana Barbara D'Urso y el médico personal de Berlusconi Alberto Zangrillo.

Clooney es uno de los testigos llamados por la defensa de Berlusconi para explicar cómo se desarrollaban las cenas que organizaba el mandatario y asegurar que no ocurría nada punible legalmente. En este juicio, Berlusconi está imputado de inducción a la prostitución de menores, ya que la fiscalía le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con la marroquí Karima El Mahroug, conocida como Ruby, cuando ésta tenía 17 años, a cambio de regalos.

También se le acusa de un supuesto delito de abuso de poder por haber llamado a una comisaría de Milán el 27 de mayo de 2010 para que dejaran en libertad a Ruby, que había sido detenida por robo, tras alegar que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak. Entre las varias decenas de testigos propuestos por la defensa de Berlusconi también destaca el jugador de fútbol Cristiano Ronaldo.