oslo. El jefe de la delegación del Gobierno de Colombia que participa en las conversaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, explicó ayer que no habrá un alto el fuego durante el diálogo, ya que esa decisión se adoptará en el marco del acuerdo final de paz, al tiempo que ha subrayado que la guerrilla tendrá que "ponerle cara a sus víctimas".

De la Calle insistió en que el Ejecutivo que preside Juan Manuel Santos no va a negociar con las FARC ningún tema que no haya sido pactado previamente en La Habana, donde los delegados "plenipotenciarios" de ambos bandos acordaron las condiciones del proceso de diálogo. "No vamos a hacer una negociación por los micrófonos. Nos guiaremos por los puntos del acuerdo de La Habana", remarcó. Al ser preguntado sobre si las FARC tendrán que pedir perdón a sus víctimas, el jefe de la delegación gubernamental afirmó que la guerrilla tendrá que responder ante sus víctimas y que ese paso es un requisito ineludible en este proceso de paz. "Las FARC tienen que darle la cara a sus víctimas. Ese es un elemento insustituible en este proceso", dijo.

De la Calle ha dejado claro que el Gobierno no contempla de momento la participación en la mesa de negociaciones del líder guerrillero Simón Trinidad, encarcelado en Estados Unidos, porque no está en su mano conseguirlo, aunque sí que hará las gestiones necesarias para que la guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer esté en La Habana el próximo 15 de noviembre, cuando comenzarán las negociaciones de paz.

El jefe de la delegación gubernamental explicó que el proceso de paz se articula en tres fases y que en la primera, la actual, y en la segunda, la que se desarrollará en La Habana, no se contempla acordar un alto el fuego, toda vez que esta decisión quedará pendiente para el acuerdo final, que supondrá la tercera fase del proceso.