Washington. Lograr una mayoría de los votos es importante para ganar las elecciones presidenciales en EEUU pero no esencial, sino que se lo digan a Al Gore. En los comicios del 2000, el candidato demócrata ganó el voto popular pero perdió la presidencia contra George W Bush porque no consiguió la mayoría en el Colegio Electoral. Cada estado tiene un número proporcional de compromisarios en este órgano -que elige el presidente-, y el candidato que gana, aunque sea por un único voto, se los lleva todos. Así pues, la Casa Blanca se juega en los estados indecisos y este año, según los analistas, son ocho.
De los cincuenta estados que tiene el país, sólo un puñado tienden a cambiar de partido en cada elección. Son los llamados swing states o estados bisagra. Por ello, los candidatos centran sus campañas en estos estados e ignoran todos los otros en donde tienen una victoria asegurada. Por ejemplo, el aspirante republicano espera ganar fácilmente estados más conservadores, religiosos y rurales como Texas, Alabama o Wyoming. Mientras que el candidato demócrata tiene un mayoría garantizada en estados más progresistas como Nueva York, Massachusetts o Illinois.
El candidato republicano Mitt Romney consiguió esta semana dar la vuelta a las encuestas tras su buena actuación en el primer debate presidencial. Según la página de Internet RealClearPolitics, que hace una media de los sondeos electorales, Romney obtiene un 47% en intención de voto, un punto más que Barack Obama. "El cara a cara cambió la carrera. Los votantes vieron otro Romney, mucho más presidencial y sin los filtros de la campaña", afirma James Campbell, politólogo de la Universidad SUNY de Nueva York.
lucha electoral al rojo vivo Sin embargo, el presidente mantiene el liderazgo en intención de voto en la mayoría de los estados indecisos. La lucha entre los dos candidatos para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para un triunfo se encuentra al rojo vivo en ocho estados: Florida (con 29 votos electorales), Ohio (18), Virginia (13), Wisconsin (10), Colorado (9), Iowa (6), Nevada (6) i New Hampshire (3). De momento, Romney sólo encabeza las encuestas en Florida y Colorado mientras que Obama lo hace en el resto. El presidente tiene más caminos hacia la victoria que el candidato republicano. Con 237 votos electorales casi seguros de los estados tradicionalmente demócratas, Obama sólo necesita un triunfo en Ohio, Wisconsin y Iowa para sellar su reelección. Otra de las múltiples opciones que tiene sería ganar en Virginia, Wisconsin, Iowa y Nevada. Por su parte, Mitt Romney necesita una victoria segura en Florida, si quiere tener alguna posibilidad, y lograr como mínimo tres estados más: Virginia, Colorado y Ohio.
El experto en encuestas Nate Silver, que escribe un blog en el diario The New York Times, considera que Ohio o Virginia van a tener este año la llave de la Casa Blanca ya que son los estados más disputados y más votos electorales. En el estado industrial de Ohio, Obama tenía una victoria de ocho puntos antes del debate pero ahora la diferencia se ha reducido a tan sólo punto y medio. La historia en Virginia es casi idéntica, allí el presidente lograba una ventaja de cinco puntos a finales de septiembre y esta semana se encuentra a medio punto de su rival republicano.
"Si Obama consigue Ohio, aún tendrá que ganar también Wisconsin y uno de estos dos estados: Iowa o Nevada", escribe Silver en su blog. Para el presidente, una victoria en Ohio facilita su reelección. Su gran ventaja es el éxito del plan que impulsó en 2009 para rescatar a las tres grandes empresas automovilísticas del país y que salvó un millón de puestos de trabajo en Ohio y en Michigan. Por eso, Mitt Romney, que se opuso al rescate, tiene dificultades para persuadir el voto de los trabajadores blancos de estos dos estados, que históricamente votan a los republicanos.
ryan cambia la estrategia Hasta principios de agosto, Obama tenía una victoria casi segura en Wisconsin pero la entrada en campaña del congresista de este estado, Paul Ryan, como número 2 del candidato republicano han cambiado la situación. Si Romney pierde en Ohio, Wisconsin podría ser su opción para lograr una victoria el próximo 6 de noviembre.
Ryan puede ayudarle a ganar este baluarte demócrata ya que disfruta de una gran popularidad en el estado. Además, su gobernador, Scott Walker, es republicano y hace unos meses ganó el histórico referéndum que buscaba revocar su poder. Así, el tícket republicano ganaría la elección presidencial si consigue un triunfo en Florida, Wisconsin, Colorado, Virginia y Nevada o Iowa. En las últimas semanas, los republicanos han reforzado sus campañas en Ohio y Wisconsin para lograr su vuelco electoral.
Por otra parte, Obama confía en el electorado latino para ganar en Nevada, Colorado y Florida. Los sondeos revelan que casi un 70% de los latinos votarán su reelección. Si Obama logra dos de estos tres estados, Romney tendrá que hacer malabarismos para llegar a la Casa Blanca.