estambul. Las fuerzas armadas de Turquía bombardearon ayer objetivos dentro de Siria en represalia por un obús lanzado desde el país árabe que mató a cinco personas en un pueblo turco cercano a la frontera e hirió a trece personas. "Nuestras Fuerzas Armadas, siguiendo las reglas de conflicto, han bombardeado objetivos en Siria, tras determinar mediante el radar desde donde dispararon", aseguró ayer un comunicado de la oficina del primer ministro de Turquía.

El viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, anunció que "las disposiciones de la OTAN son muy claras y determinan que todos los países miembros tienen la responsabilidad de responder cuando uno de ellos es agredido", recordó abriendo paso así a una intervención militar internacional. Ayer, al menos cinco personas murieron y otras trece resultaron al heridas ayer al caer varios obuses sirios en el pueblo turco de Akçakale, en la frontera con Siria, según informó la emisora turca NTV. Los proyectiles habrían sido disparado durante los enfrentamientos entre las tropas regulares y los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL), que desde hace varios días libran encarnizados combates alrededor del puesto fronterizo de Tel Abyad, según esa fuente. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer que el Consejo Atlántico de la OTAN se reunirá "inmediatamente" para analizar el bombardeo sirio y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, aseguró ayer que su gobierno está "indignado" por el ataque perpetrado-la OTAN declaró estar siguiendo de cerca la situación en la frontera turca-siria-.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, reclamó ayer al régimen que preside Bashar al Assad que respete la "integridad territorial" de los países vecinos.