Trípoli. El presidente del Consejo General Nacional libio, Mohamad El Meguerif, dio ayer un plazo de 48 horas a las milicias no asociadas a las fuerzas regulares para que abandonen los cuarteles, edificios estatales y propiedades del antiguo régimen y se disuelvan.
El aviso se producía dos días después de que miles de personas se manifestaran en Bengasi, segunda ciudad y capital económica del país, en contra de la presencia de armas en las calles y en favor del fortalecimiento de las fuerzas de Seguridad del Estado.
Al margen de la misma, varios grupos asaltaron los acuartelamientos en los que se refugiaban la milicias radicales Mártires de Abu Salim y Ansar al Sharia (Defensores de la Ley Islámica) y la comisaría en la que tenía su centro operativo a milicia Zalz.
Los asaltantes se hicieron, asimismo, con el puesto de control que hombres armados de Ansar al Sharia mantenían en el Hospital Al Yalaa, antes de instar a la Policía a retomar la autoridad sobre estos lugares.
En los incidentes posteriores, al menos once personas murieron y alrededor de 70 resultaron heridas cuando los milicianos abrieron fuego contra los asaltantes.
En este ambiente, Al Meguerif reiteró que el objetivo final es lograr que se desarmen todos aquellos grupos que actúan de forma autónoma desde que en septiembre de 2011 triunfara el alzamiento popular contra el asesinado dictador libio Muamar Gadafi.
"Hemos decidido disolver todas las brigadas y grupos armados que no están bajo la autoridad del Estado y crear un centro de operaciones en Bengasi para reagrupar a las fuerzas armadas, las fuerzas del Ministerio de Interior y las brigadas que dependan del ministerio de Defensa", explicó Al Meguerif.
Normativa En este sentido, el responsable señaló que la nueva directiva también prohibe "el uso de la violencia y el porte de armas en espacios públicos". "Igualmente es ilegal colocar puestos de control. Hemos dado las instrucciones oportunas a las agencias del Gobierno para que estas directrices sean implementadas", agregó.
Al Meguerif recordó, a este respecto, que todas aquellas milicias que ya hayan decidido abandonar las armas e incorporarse a las fuerzas de Seguridad, pero que aún actúen al margen de la legalidad, deben presentarse en las oficinas del ministerio de Defensa lo antes posible.
En la misma línea se pronunció el jefe del Estado Mayor del Ejército libio, general Yusef al Menguch, quien volvió a precisar que quienes estén dispuestos a alistarse deberán hacerlo "a título personal, y no como grupo". Además, advirtió que el Ejército está preparado para usar la fuerza contra quien no acate la nueva normativa.