ParÍs/Ginebra. La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen levantó ayer una gran polémica en Francia al pedir que se prohíba en la calle llevar el velo islámico y la kipá judía. En una entrevista que publicaba ayer el vespertino francés Le Monde, la presidenta del Frente Nacional pide la prohibición de estos dos signos religiosos en la calle, lo que generó reacciones desde todos los ámbitos políticos. Le Pen afirma que debe prohibirse el velo islámico "en las tiendas, los transportes, la calle", y agrega que si se aplica a ese signo religioso "es evidente que también se suprime la kipá del espacio público". El presidente francés, François Hollande, aprovechó un discurso pronunciado ante el memorial de la Soah de Drancy, a las afueras de París, para hacer un llamamiento a la calma. "Todo lo que desgarra, opone, divide, es desacertado. Las únicas reglas que conocemos son las de la República y las del laicismo", indicó el jefe del Estado. Más duro se mostró el ministro de Educación, Vincent Peillon, que consideró a Le Pen como "la primera de las integristas", al aprovechar la tensión que existe en estos momentos con los musulmanes para "echar más leña al fuego".

Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos consideró ayer "malintencionadas y deliberadamente provocativas" las caricaturas de Mahoma en la revista francesa Charlie Hebdo, al igual que la película La inocencia de los musulmanes, que ridiculiza la figura del profeta. "En el caso de Charlie Hebdo, conociendo lo que iba a pasar tras la difusión de la película, parece doblemente irresponsable publicar estas caricaturas", dijo el portavoz de la Oficina, Rupert Colville.

"violencia injustificada" La difusión de La inocencia de los musulmanes ha suscitado la reacción violenta de grupos radicales musulmanes actos de "violencia injustificable", subrayó el portavoz de la ONU. Colville indicó que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, "entiende que la gente quiera protestas con energía contra el filme y contra las caricaturas", pero agregó que "el ejercicio de este derecho se ha de ejercer pacíficamente". "Urgimos a los líderes religiosos a restaurar la calma, algo que ya han hecho destacados líderes religiosos musulmanes", señaló el portavoz, que argumentó que "lo mejor que se puede hacer frente a este tipo de provocaciones abiertamente provocativas es ignorarlas". Colville recordó que en el seno del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas existe desde hace tiempo un debate sobre la necesidad de conjugar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y el respeto a las creencias religiosas. En marzo de 2011, el Consejo aprobó de manera unánime una resolución que establece una "hoja de ruta" para asegurar que "el ejercicio de derechos y libertades no socaven otros derechos y libertades".