tokio. Japón extremó ayer la vigilancia en torno al archipiélago que se disputa con Pekín en medio del incremento de la tensión. A primera hora de ayer la Guardia Costera nipona avistó un barco chino cerca de aguas territoriales del conflictivo archipiélago, conocido como Senkaku en Japón y Diaoyu en China, lo que llevó al centro de gestión de crisis del Gobierno nipón a activar una oficina de información para seguir de cerca la situación.

Varias horas después los guardacostas de Japón, país que administra formalmente las islas, informaron de que otra decena de barcos chinos se encontraban cerca de las aguas vecinas a esas islas deshabitadas, situadas en el Mar de China Oriental y de menos de 7 kilómetros cuadrados.

El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, aseguró que su Gobierno llevará a cabo una intensa vigilancia y control de todos los movimientos en las aguas que rodean al pequeño archipiélago, rico en recursos pesqueros y que se cree alberga también reservas de hidrocarburos.

Según la televisión Fuji TV, en caso de que pesqueros chinos se acerquen al archipiélago el Gobierno de Japón está preparado para crear una "zona de defensa" en la que unos 30 barcos de la guardia costera harían una especie de "muro" alrededor de las conflictivas islas.