tokio. Estados Unidos instalará un segundo escudo de defensa antimisiles en Japón, según acordaron ayer en Tokio el secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, y su colega japonés, Satoshi Morimoto. De acuerdo con informaciones de la agencia de noticias japonesa Jiji, no se ha dado a conocer el sitio donde se desplegará el nuevo radar de alerta temprana para defender a Japón de un posible ataque de Corea del Norte o de cualoquier otro país de la región. Probablemente se instalará en una isla en el sur de Japón, pero ambos funcionarios descartaron que se trate de la isla de Okinawa, donde se encuentran estacionadas tropas de Estados Unidos, agrega Jiji Press. El primer sistema de radares antimisiles estadounidense se instaló en 2006 en el norte de Japón, en la prefectura de Aomori. El encuentro entre Panetta y Maorimoto se llevó a cabo en medio de crecientes tensiones entre Japón y China por un grupo de islas deshabitadas en el Mar de la China Oriental.

En ese contexto, China pidió ayer al secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, que se desplazó a Pekín, para una visita de tres días, que se mantenga "neutral" en la disputa con Tokio por las islas Diaoyu, mientras continúan actos de protesta antinipones en el gigante asiático que han obligado a cerrar numerosas fábricas japonesas.

una neutralidad imposible El secretario de Defensa aterrizó ayer en Pekín procedente de Tokio en plena escalada de tensiones entre ambos países, lo que motivó ayer al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, a instar a Panetta a "no posicionarse en la cuestión de las islas Diaoyu". La disputa por el archipiélago, que los chinos llaman Diaoyu y los japoneses conocen como Senkaku, se avivó hace una semana, cuando Tokio anunció la compra de tres de los islotes disputados y Pekín reaccionó con el envío de dos barcos patrulla en torno a sus aguas, desatando numerosas manifestaciones antiniponas en el país. Aunque Panetta ha defendido que su país es neutral en la disputa, los medios oficiales chinos le acusan de hacer un doble juego.

Así, señalan que, si bien Washington se ofrece ante Pekín como "neutral", ante Tokio asegura que su pacto bilateral de seguridad también incluye el territorio de las Senkaku, lo que en la práctica supone que tendría que defender a Japón en caso de conflicto militar. La crispación política se refleja también en las calles de Pekín, donde tienen lugar manifestaciones de marcado carácter antinipón.