SÍDNEY. A estos llamamientos se sumó la protesta realizada por un pequeño grupo de seguidores del fundador de Wikileaks frente al consulado británico en la ciudad de Melbourne y al que cuatro manifestantes accedieron tras sortear las medidas de seguridad, aunque poco después fueron desalojados por la policía.
Durante la manifestación, convocada por la denominada Alianza de Ciudadanos Australianos Wikileaks, los participantes exhibieron carteles con consignas como "Respetar el asilo dado a Assange", una decisión que fue elogiada por la Fundación de Sídney para la Paz.
El Gobierno ecuatoriano otorgó ayer el asilo que había solicitado Assange el 19 de junio en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió para evitar su extradición a Suecia, donde está acusado de delitos sexuales y desde donde teme que las autoridades de Estocolmo terminen por enviarlo a Estados Unidos.
Pero el Reino Unido se ha negado a permitir la salida de Assange del país alegando que es su "obligación" extraditar a Suecia al australiano, de 41 años, para que allí sea juzgado.
"Ecuador entiende la naturaleza de la justicia, pero los gobiernos del Reino Unido, Suecia y EEUU, al no dar garantías sobre la seguridad de Assange, parecen suponer que los problemas pueden solucionarse por la fuerza" indicó la Fundación en un comunicado en el que además se pregunta: "¿Tendrá el gobierno de Australia coraje para darle las gracias a Ecuador o se pondrá del lado de los grandes batallones?".
Hasta el momento, el Gobierno laborista de la primera ministra, Julia Gillard, mantiene que la disputa diplomática entre el Reino Unido y Ecuador por el caso Assange, es un asunto que incumbe estrictamente a estos dos países.
"El papel de Australia permanece inalterado", indicó el gabinete de prensa del ministro australiano de Asuntos Exteriores, Bob Carr, una postura igual a la sostiene la Fiscalía General de Australia.
En una aparente invitación a mediar en la crisis diplomática, el abogado especializado en derechos humanos y miembro del equipo que defiende al activista australiano, Geoffrey Robertson, señaló que el Gobierno de Australia puede contribuir a resolver la disputa.
"Los ecuatorianos cuestionan a los norteamericanos, los suecos y a los británicos, pero es obvio que el país del que el señor Assange es ciudadano (Australia) no se ha implicado", dijo Robertson al canal de televisión ABC.
"Creo es la oportunidad para Australia para implicarse por su ciudadano y ver si puede hacer cuadrar este circulo" añadió el letrado.
Después del anuncio hecho el jueves por el Gobierno ecuatoriano, el Partido Verde de Australia indicó que consideraba que la decisión de Quito de dar asiló diplomático Assange suponía ofrecerle la protección que el Gobierno de su país no le ha dado.
"Lo que el Gobierno ecuatoriano ha hecho es ofrecer a Julian Assange la protección que el Gobierno australiano no le ha dado", señaló en conferencia de prensa el senador Scott Ludlam, portavoz del Partido Verde en la Cámara Alta.
Según Ludlam, la declaración de Ecuador, anunciada por el ministro ecuatoriano de Asuntos Exteriores, Ricardo Patiño, fue de forma "inequívoca y detallada condenatoria para Australia".
La declaración de Ecuador "subraya que las razones por las que el señor Assange ha dado este paso radical en primer lugar y se ha echado con buen resultado a pedir el favor de las autoridades ecuatorianas, se deben a que no ha confiado en la buena voluntad de su país o en su capacidad para defender sus derechos legales", puntualizó el senador Ludlam.
El senador del Partido Verde indicó que tras el anuncio hecho por Ecuador el Gobierno británico debía retirar a la policía de los alrededores de la embajada de Ecuador y garantizar el libre paso de Assange en un vehículo diplomático hasta el aeropuerto de Heathrow.
En una comparecencia en el Senado durante un pleno celebrado el jueves unas horas antes del anuncio hecho por Ecuador, el ministro de Asuntos Exteriores Bob Carr, indicó que el Gobierno australiano ha realizado por medio de su servicio consular un total de 62 gestiones relacionadas con Assange.
"Ningún australiano ha recibido mayor atención que Assange en un espacio de tiempo similar, en término de representaciones consulares", señaló el jefe de la diplomacia australiana.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Tony Burke, dijo hoy en rueda de prensa, que el Gobierno australiano no había conseguido hasta ese momento establecer contacto con el ecuatoriano sobre la disputa diplomática.
"Hemos hecho algunas llamadas esta mañana pero no podemos confirmar que hayamos establecido contacto", afirmó el ministro.