Londres/Quito/Berlín. El Gobierno ecuatoriano concedió ayer "asilo diplomático" -figura jurídica que obliga a la concesión de un salvoconducto para que los asilados en una legación diplomática puedan abandonar el país- al fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado en su embajada en Londres desde el pasado 19 de junio, y quedó a la espera de la decisión del Reino Unido sobre el documento. En una rueda de prensa, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, se mostró confiado en que Londres "otorgue lo antes posible las garantías o el salvoconducto necesarios y pertinentes" para que Assange pueda salir de la embajada; mientras tanto, el fundador de Wikileaks "seguirá estando protegido" en la legación diplomática, manifestó Patiño.

El exjuez español Baltasar Garzón, que se ha unido al equipo legal del exhacker australiano, dejó ayer claro que acudirá a la Corte Internacional de Justicia si el Gobierno británico no emite el permiso. La respuesta de Londres no se hizo esperar. William Hague, ministro de Asuntos Exteriores británico, señaló que no facilitarán un salvoconducto para Assange y recordó que su país está comprometido a extraditarle porque el asilo no debe usarse ante un proceso judicial "normal". "Estamos obligados a extraditarlo a Suecia y también estamos resueltos a hacerlo", manifestó Hague. El ministro de Relaciones Exteriores británico lamentó la decisión de Ecuador y aseguró que las embajadas no están para proteger a criminales de la Justicia.

El caso Assange pasa así de los jueces a manos diplomáticas, pero la solución sigue siendo más que complicada. Y es que la concesión de asilo por parte del Gobierno ecuatoriano supone un difícil dilema diplomático y legal para el Reino Unido, que podría tardar mucho tiempo en resolverse. El problema que se le plantea al Gobierno británico es cómo puede efectuar la detención y entrega del exhacker australiano a Suecia sin violar las leyes internacionales ni causar un grave conflicto diplomático.

La Convención de Relaciones Diplomáticas de Viena de 1961 establece la "regla de inviolabilidad", que prohíbe la entrada en las embajadas a las fuerzas de seguridad de los países donde se encuentran si no es con permiso del embajador. Sin embargo, Londres sostiene que una ley británica de 1987 le permite revocar la inmunidad diplomática y entrar en la embajada a detener a Assange. El fundador de Wikileaks es requerido por Suecia por presuntos delitos de violación, acoso sexual y coacción. Sin embargo, su defensa teme que Assange sea entregado a Estados Unidos, donde sectores ultraconservadores piden que sea juzgado por espionaje y traición por la filtración de documentos secretos del Ejército estadounidense. En sus argumentos, Ecuador sostiene que el exhacker australiano ha expuesto "el temor que le infunde la posibilidad de ser entregado a las autoridades de los Estados Unidos de América por las autoridades británicas, suecas o australianas, pues aquel es un país, señala el señor Assange, que lo persigue debido a la desclasificación de información comprometedora para el Gobierno estadounidense".

"Victoria histórica" Por su parte, Assange valoró ayer la decisión del Gobierno de Rafael Correa de "victoria histórica" y calificó a Ecuador de "valiente nación independiente latinoamericana". Tras ver por televisión desde la embajada junto con funcionarios de la legación el anuncio del ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Assange hizo unas declaraciones públicas. "Si bien hoy representa una victoria histórica, nuestros problemas acaban de empezar. La investigación sin precedentes de Estados Unidos contra Wikileaks debe parar", manifestó el activista, que será arrestado si abandona la embajada.

"No fueron ni el Reino Unido ni mi país natal, Australia, los que se levantaron para protegerme de la persecución, sino una valiente nación independiente latinoamericana", se quejó. Assange recordó también a Bradley Manning, el militar estadounidense acusado de ser la fuente de Wikileaks, "que lleva detenido sin haber sido juzgado durante más de 800 días". "La tarea de proteger a Wikileaks, a sus empleados, sus simpatizantes y sus supuestas fuentes continúa", agregó. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Carl Bildt, rechazó contundentemente las acusaciones lanzadas por Ecuador, según las cuales su país no garantiza los plenos derechos a una defensa al fundador de Wikileaks.

"Nuestro sistema jurídico y constitucional es sólido", apuntó Bildt a través de su cuenta en Twitter, tras las declaraciones de Ricardo Patiño, afirmando que, en caso de ser extraditado a Suecia, podía ser entregado a Estados Unidos. Caterina Axelsson, portavoz del Ministerio sueco de Exteriores, agregó en declaraciones a Efe que su país "objeta rotundamente" las acusaciones de Patiño sobre su sistema judicial y lamenta que la decisión de Ecuador "impida" la actuación de la justicia sueca.

Causa abierta Además, señaló que la concesión de asilo a Assange afecta a la causa abierta por la Fiscalía y a las mujeres que denunciaron al fundador de Wikileaks. El departamento de Exteriores convocó al embajador ecuatoriano en Estocolmo, al que transmitió el rechazo a las "infundadas argumentaciones" lanzadas por Patiño, al tiempo que se le informaba de "los principios de independencia de nuestro sistema judicial".

La Fiscalía sueca, por su parte, ha evitado hasta ahora pronunciarse sobre la decisión de Ecuador. La directora de la Fiscalía, Marianne Ny, aseguró en un escueto comunicado que "no comentará el asunto en tanto en cuanto siga siendo gestionado por las autoridades británicas", ya que Assange se encuentra en Londres. La nota argumenta asimismo que "el hecho de que Ecuador le haya garantizado el asilo a Assange no afecta a la investigación criminal sueca" por los citados presuntos delitos sexuales.

Una portavoz de la Fiscalía sueca había explicado antes de hacerse oficial la concesión de asilo de Quito que desde Estocolmo se seguía atentamente la evolución del caso Assange, pero que preferían no posicionarse. La Justicia sueca se mantiene en su decisión de permanecer al margen de lo que considera un asunto "bilateral" entre Reino Unido y Ecuador. Los problemas de Assange con la justicia sueca comenzaron en agosto de 2010, cuando una fiscal de guardia emitió la primera orden de captura por sospecha de violación durante su estancia en el país para pronunciar varias conferencias. La decisión fue revocada 24 horas después por la fiscal jefe, que redujo el caso a un delito menor de acoso. Pero la fiscal superior, Marianne Ny, reabrió unos días después la investigación por violación.

Julian Assange, en una imagen de archivo. Foto: Efe

Londres asegura que no facilitará el salvoconducto a Assange y recuerda su obligación de entregarlo a Suecia

El Gobierno sueco deja claro a Ecuador que "nuestro sistema jurídico y constitucional es sólido"

Motivos de ecuador

l 1. Julian Assange es un profesional de la comunicación galardonado internacionalmente por su lucha a favor de la libertad de expresión, la libertad de prensa y de los derechos humanos en general.

l 2. Assange compartió con el público global información documental privilegiada que fue generada por diversas fuentes y que afectó a funcionarios, países y organizaciones.

l 3. Existen serios indicios de retaliación por parte del país o países que produjeron la información divulgada por Assange, represalia que puede poner en riesgo su seguridad, integridad, e incluso su vida.

l 4. A pesar de las gestiones diplomáticas realizadas por Ecuador, esos países no han dado garantías de que Assange no iba a ser víctima de esas represalias.

l 5. Es factible que Assange sea extraditado a un tercer país fuera de la UE sin las debidas garantías.

l 6. En ese caso, Assange no tendría un juicio justo ni serían respetados sus derechos humanos.

l 7. El fiscal de Suecia ha tenido una actitud contradictoria en el caso por el que se le reclama en aquel país.

l 8. Assange ha sufrido un menoscabo de sus derechos procesales durante la investigación.

l 9. Assange no ha recibido asilo de su país.

l 10. Existen fundados indicios de que EE.UU. y el Reino Unido no respetarían las leyes y tratados internacionales y aplicarían leyes nacionales para perseguir a Assange.

l 11. Si Assange ingresara en prisión preventiva en Suecia, no podría defenderse y correría un grave riesgo durante ese periodo de ser extraditado a Estados Unidos.