LONDRES. Activistas que apoyan a Julian Assange aguardan en la embajada ecuatoriana en Londres la decisión de Quito sobre la petición de asilo del fundador de WikiLeaks al tiempo que Londres insiste en que quiere "una solución aceptable" para ambos países.

Al igual que varios agentes de la policía británica, un grupo de simpatizantes de Assange espera la respuesta de Ecuador, a las puertas de la oficina diplomática ecuatoriana en Londres, con pancartas en las que piden la "libertad" del australiano.

El Gobierno británico indicó ayer que tiene la "obligación legal" de extraditar al periodista a Suecia, país que lo reclama por supuestos delitos sexuales, tal y como ha decidido el Tribunal Supremo británico, máxima instancia judicial del país.

Pese a que el Ejecutivo de David Cameron asegura que está "decidido a cumplir esta obligación", también ha incidido en su compromiso para "alcanzar una solución que sea aceptable para ambos países".

El Gobierno del Reino Unido ha señalado que, llegado el caso, podría ampararse en una ley británica que le permite revocar el estatus diplomático de una embajada en suelo de este país, lo que potencialmente podría dar vía libre a la policía británica para acceder al interior del edificio ecuatoriano y detener a Assange.

El Gobierno de Ecuador, que ha acusado a Londres de "amenazar" con entrar en su Embajada para arrestar a Assange, tiene previsto tomar hoy una decisión sobre la petición de asilo político realizada por el fundador de WikiLeaks.

Assange está refugiado en esa legación desde el pasado 19 de junio a la espera de saber si le será concedido el asilo político en Quito.

El 20 de junio Scotland Yard avisó de que el australiano sería arrestado si abandonaba la Embajada de Ecuador en Londres, ya que violó las condiciones de su arresto domiciliario.

Assange estaba obligado a permanecer en el domicilio establecido de Norfolk, una casa prestada por un amigo en el este de Inglaterra, entre las 21.00 y las 07.00 horas GMT, pero el 19 de junio se presentó en la embajada ecuatoriana, donde permanece desde entonces.

Desde que fue detenido en el Reino Unido, en diciembre de 2010, su defensa ha tratado de evitar su entrega a Suecia por temor a que fuese extraditado desde allí a Estados Unidos, el país más perjudicado por la difusión de miles de cables diplomáticos secretos de WikiLeaks.

El periodista es requerido por Suecia por presunta violación y acoso de dos mujeres que conoció en un viaje a Estocolmo en agosto de 2010, con las que asegura que mantuvo relaciones consentidas.

Tres tribunales británicos, el último el Supremo, fallaron a favor de su entrega a Suecia a partir de una euroorden dictada por un fiscal, pese a que la defensa de Assange alegó que debía proceder de un juez.

Assange estaba en arresto domiciliario desde que comenzó su proceso legal, hospedado por uno de sus partidarios en una casa en la campiña inglesa, y nunca ha sido imputado en el Reino Unido.