El Cairo/Jerusalén. Al menos 16 egipcios murieron ayer, entre ellos policías y soldados, y siete más resultaron heridos en un ataque perpetrado por supuestos yihadistas en el norte de la península egipcia del Sinaí, en un incidente al parecer vinculado con nuevos choques entre milicianos palestinos y el Ejército israelí.
Las Fuerzas Armadas de Egipto prometieron así castigar con dureza a los culpables del ataque en un puesto fronterizo en la península del Sinaí, y que contaron con la ayuda de cohetes disparados desde Gaza.
En un comunicado, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas aseguró que vengará lo antes posible las muertes de los egipcios, que recibieron los disparos de supuestos terroristas cerca del paso de Rafah, que une Egipto y el territorio palestino de Gaza. Así, se desplegaron a Sinaí helicópteros y refuerzos militares en busca de posibles sospechosos. "Pagará un alto precio quien esté relacionado con estos grupos", advirtió la cúpula militar, que consideró que dicho atentado refleja los "peligros y amenazas en el Sinaí que exigen a todos estar alerta ante las conspiraciones contra Egipto". Además, el Ejército se comprometió a cooperar con el Ministerio del Interior y con los habitantes del Sinaí para recuperar la seguridad y la estabilidad en la zona.
Las primeras investigaciones sostienen que un grupo de atacantes entró desde el territorio palestino de Gaza a través de un túnel en el Sinaí, donde se reunió para cometer el atentado con otro grupo que venía de la península egipcia. La cúpula militar precisó que participaron 35 presuntos terroristas. Estos se hicieron con un vehículo blindado y con él intentaron infiltrarse en Israel a través del paso de Karam Abu Salem (Kerem Shalom en Israel), donde las fuerzas israelíes lo destruyeron.