El Cairo. El éxodo sirio crece al mismo ritmo que los combates entre el Ejército y los rebeldes. Si el lunes, Naciones Unidas informaba que 200.000 personas habían huido de la asediada ciudad de Alepo desde el sábado, ayer apuntaba que el número de refugiados asciende por lo menos a 267.000, aunque solo 137.000 están registrados y, por lo tanto, reciben ayuda humanitaria. "Tenemos las cifras de sirios registrados, sabemos los que están en la lista de espera, y después conocemos las cifras que estiman los gobiernos. Por eso los números bailan, pero la cifra puede ser por lo menos 267.000", señaló ayer Melissa Fleming, portavoz de Acnur.
Por ejemplo, el Gobierno jordano estima que han entrado en su país 140.000 refugiados sirios, aunque solo 50.000 se han registrado y, por lo tanto, reciben ayuda humanitaria. Otro ejemplo es el de Argelia. El Ejecutivo del país norteafricano anunció recientemente que hay entre 10.000 y 25.000 sirios refugiados en el país, aunque solo 70 se han registrado con Acnur. La agencia de la ONU cree que muchos de ellos están alojados en escuelas y edificios públicos, por lo que necesitarían asistencia, a pesar de que no la han solicitado. Otros países que han "emergido" recientemente como receptores de refugiados sirios son Egipto y Marruecos.
Según los registros de Naciones Undias, 1.305 sirios pueden estar refugiados en Egipto desde julio, y 400 más en Marruecos. Con respecto a los países vecinos, en Irak el número de refugiados sigue ascendiendo y alcanza ya los 11.465 registrados. Además, Bagdad está acogiendo a compatriotas retornados que vivían en Siria. De los 80.000 iraquíes que vivían bajo el régimen de Bashar al Asad, 20.000 han regresado a su país de origen. En Líbano, 34.000 sirios están recibiendo ayuda humanitaria, "pero las estimaciones indican que el número de refugiados en el país es mucho más alto", especificó la portavoz.
Fleming señaló que por ahora no existen campos de refugiados en Líbano porque "la acogida en familias locales parece seguir funcionando, pero estamos preparados para establecer uno cuando sea necesario, porque sabemos que la hospitalidad está llegando a niveles de saturación". Precisamente, Acnur tuvo que abrir un campo de refugiados en Jordania, a 10 km de la frontera con Siria, donde residen 5.000 personas pero que está preparado para expandirse y acoger a 150.000. Este campo está acogiendo refugiados que estaban en campamentos de tránsito, uno de los cuales estaba pensado para 800 personas pero acogía 8.000.
Fleming asume que las necesidades de refugio van a aumentar en los próximos días porque muchos sirios de clase media o clase media alta, que hasta ahora pagaban con sus ahorros hoteles en Jordania o en Líbano, se han quedado sin recursos y van a tener que buscar ayuda humanitaria.
La batalla de Alepo En Turquía, unas 70.000 personas han buscado protección, una cifra que aumenta diariamente, dado el flujo de refugiados procedentes de Alepo, donde el Ejército y los grupos armados de la oposición luchan por el control de la ciudad, situada en el norte del país y cerca de la frontera turca. En el campo de batalla, los rebeldes sirios asaltaron ayer varias sedes gubernamentales del régimen de Bashar al Asad. Un testigo residente en Alepo señaló a Efe vía telefónica que miembros del opositor Ejército Libre Sirio (ELS) atacaron con granadas autopropulsadas y armas automáticas la sede de los Servicios de Seguridad del Estado en la zona de Muhafaza, un tribunal militar y las oficinas del partido gobernante, Baaz.
Esa información fue confirmada por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que agregó que el ELS asaltó también la comisaría de Salehin la pasada madrugada. El centro de la ciudad se convirtió ayer en escenario de enfrentamientos y de intentos del ELS por alcanzar la plaza de Saadala al Yabri, la principal de la localidad, apuntó el mismo testigo.
Mientras, una fuente militar indicó a Efe que las autoridades mataron ayer a unos 400 supuestos terroristas y detuvieron a 150 en Alepo, aunque no dio más detalles. El Ejército sirio afirma que persigue a supuestos terroristas, si bien la oposición asegura que se trata de combatientes del ELS. El activista Mayid Abdelnur, coordinador de la red opositora Sham en Alepo, señaló ayer que muchos habitantes se han trasladado a otras zonas más seguras de Alepo, que sufre continuos cortes de electricidad y escasez de agua.
Mientras los choques se han agravado en Alepo, la situación continúa inestable en otras provincias como Deraa, Idleb, Homs, Deir al Zur y Damasco. La batalla por Alepo ha cobrado especial importancia por el hecho de que la capital económica de Siria había permanecido alejada de la violencia hasta hace pocos meses por ser uno de los bastiones del régimen junto con Damasco, según el analista político Moataz Abdelsalam.
Este investigador del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram recuerda que Alepo está habitada mayoritariamente por musulmanes suníes y de clase media, y consideró que personas de estos grupos han pasado a unirse a los grupos revolucionarios. "Decir que la caída del régimen está cerca es casi un sueño porque este todavía tiene importantes armas y el apoyo internacional de Irán, Rusia y China", enfatiza. Mientras, la oposición continúa dividida en torno a la forma de poner fin al conflicto, que ha causado más de 17.000 muertos, un millón y medio de desplazados y más de 200.000 refugiados, y encaminar la transición política.
Rebeldes sirios combaten contra las fuerzas del régimen sirio en la ciudad de Alepo. Foto: AFP
Erdogan advierte a los kurdos
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió ayer a la población kurda de que no busque un Estado autónomo en Siria. "Es como robar cosas de una casa ardiendo", manifestó el jefe de Gobierno turco en una alocución televisiva. Erdogan no descartó la intervención de las fuerzas de combate turcas si la evolución de los acontecimientos en el país vecino perjudican los intereses de su país. Los kurdos, reprimidos en Siria durante décadas, disfrutan ahora de libertades poco comunes porque las tropas del Gobierno de Bashar al Asad se retiraron de las zonas kurdas para reforzar los lugares más disputados, como Alepo, segunda ciudad del país, motor económico y escenario en estos momentos de una cruenta batalla. Medios locales apuntan que los kurdos sirios han caído bajo la influencia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), guerrilla activa que combate contra el Estado turco. Según esas informaciones, diversas organizaciones kurdas se han puesto, al parecer, de acuerdo para negociar con el presidente sirio, Bashar al Asad, sobre la creación de un Estado kurdo en el norte de Siria.
Muchas familias de clase media y alta, alojadas en hoteles de Jordania y Líbano, se están quedando si recursos
La batalla de Alepo ha cobrado especial importancia por ser hasta hace poco uno de los bastiones de Al Asad