El partido centrista Kadima abandona la coalición con el partido derechista Likud. El conflicto se originó por la intención de aprobar una ley que modificaba las condiciones de reclutamiento en el servicio militar obligatorio para que los judíos ultraortodoxos también ingresaran. El Tribunal Supremo declaró recientemente inconstitucional la norma que les eximía de prestar el servicio, lo que ha obligado al Gobierno a buscar una norma alternativa. "No fue fácil entrar (en la coalición), pagué un precio político personal, pero este asunto es fundamental".