El Cairo. El expresidente egipcio Hosni Mubarak regresó ayer a la cárcel cairota de Tora para cumplir su condena a cadena perpetua, al determinar las autoridades que su salud ha mejorado tras permanecer un mes ingresado en un hospital militar.

En una ambulancia y rodeado de un amplio dispositivo policial, Mubarak fue trasladado a la citada cárcel, donde permaneció durante 17 días en junio en compañía de otros miembros de reclusos de su régimen que ahora cumplen condena, entre ellos sus dos hijos, Alaa y Gamal, y el exministro del Interior Habib al Adli.

La orden de encarcelar de nuevo a Mubarak fue adoptada por el fiscal general de Egipto, Abdelmeguid Mahmud, quien consideró que el actual estado de salud del expresidente permite su ingreso en prisión.

El expresidente egipcio ingresó el pasado 2 de junio en Tora, después de ser condenado ese día a cadena perpetua por su complicidad en la muerte de manifestantes durante las revueltas que llevaron a su renuncia, en febrero de 2011.

Desde su llegada a la prisión, la salud de Mubarak comenzó a deteriorarse, y durante sus 17 días en Tora tuvo que ser atendido de emergencia en varias ocasiones por recaídas. La salud de Mubarak ha sido continua noticia en Egipto desde la revolución del 25 de enero de 2011, y en varias ocasiones se ha especulado con que el exmandatario estaba al borde la muerte.

Con el comienzo de su juicio, el pasado 3 de agosto, Mubarak fue trasladado del hospital de Sharm el Sheij al Centro Médico Internacional de El Cairo.

En este centro permaneció durante todo el proceso judicial, hasta que su condena le llevó a Tora, donde, paradojas de la vida, estuvieron antes encarcelados numerosos de sus opositores.