La mujer, cuyo nombre se desconoce, fue acribillada a corta distancia. Las autoridades atribuyeron el hecho a los Talibán pero el grupo islamista lo ha negado.
La ejecución fue grabada en un vídeo de tres minutos, obtenido por Reuters, que muestra el momento en que la mujer recibió numerosos disparos frente a unos 150 hombres que estaban en una colina y que aplaudían y elogiaban a los atacantes, a los que llamaban "muyahidines", un término que usan los talibán para denominarse a sí mismos.
El comandante de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense John Allen, ha afirmado que el asesinato es "una atrocidad de una crueldad indescriptible".
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Seddiqi, ha resaltado que se trató de "un acto brutal contra el pueblo afgano" ejecutado por los talibán. "Serán castigados como fueron castigados hace 10 años y vamos a continuar nuestra lucha para eliminarlos", ha asegurado a Reuters, en referencia a la expulsión del grupo del poder a fines de 2001 por las fuerzas afganas respaldadas por Estados Unidos después de un austero gobierno de cinco años.
Mientras, los pobladores de la zona han rechazado lo sucedido. "Vamos a tomar venganza por esto. Su brutalidad y tales actos inhumanos son el motivo del odio que sentimos contra los talibán", ha dicho Sayed Jalal, un tendero de 42 años de edad que vive en Charikar, la capital de Parwan, unos 25 kilómetros al sur de Shinwari, la localidad donde se llevó a cabo el asesinato.
Otros habitantes de Charikar han lamentado la creciente influencia de los talibán sobre una zona que era relativamente pacífica. "Los talibán están creando miedo y tratando de gobernar a través del terrorismo, pero nunca tendrán éxito", ha afirmado Najibulá, de 30 años, residente de la localidad. Sus palabras han motivado gestos de aprobación de una multitud de hombres que se ha formado en torno a él en un mercado.
Los talibán han desestimado las críticas. "No tenemos ninguna novedad operativa acerca de esto", ha indicado el portavoz, Zabihulá Mujahid. El gobernador de Parwan, Basir Salangi, ha señalado que el grupo hizo la ejecución en su provincia hace ocho días.
A pesar de la presencia de más de 130.000 militares extranjeros y 300.000 soldados y policías afganos, los talibán han resurgido más allá de sus bastiones tradicionales del sur y el este, extendiendo su alcance a áreas que solían ser pacíficas, como Parwan.
AYUDA MILLONARIA
La condena se ha producido este domingo, cuando se ha celebrado en Tokio la cumbre sobre el futuro de Afganistán, en la que los principales países donantes se comprometieron a otorgar al país 16.000 millones de dólares (unos 13.000 millones de euros) en ayuda al desarrollo en los próximos cuatro años, en su intento de evitar que vuelva a caer en el caos una vez que la mayoría de las tropas extranjeras abandonen la zona a finales de 2014.
Los participantes de la cumbre han subrayado en una declaración la importancia de la promoción de los derechos de las mujeres.
La Embajada de Estados Unidos en Kabul ha condenado la ejecución pública en los "términos más enérgicos posibles" y ha resaltado que las conquistas alcanzadas por las mujeres afganas en los últimos 10 años deben ser protegidas.
La jefa de Asuntos de la Mujer en Parwan, Shah Jahan Yazdanparast, ha señalado que ese tipo de violencia sólo aumentará los temores y preocupaciones por las mujeres en Afganistán.
Las mujeres afganas han ganado los derechos fundamentales a la educación, el sufragio y el trabajo desde que los talibán fueron derrocados, pero crece el temor tanto en el país como en el extranjero de que esas libertades pueden ser canjeadas en las conversaciones de paz con el grupo.
Por su parte, la directora de Política y Promoción en Afganistán de Oxfam, Louise Hancock, ha indicado, tras la clausura de la cumbre de Tokio, que las mujeres y las niñas afganas están buscando a la comunidad internacional para proteger los progresos que han alcanzado en la última década.
La violencia contra las mujeres ha aumentado considerablemente en el último año, de acuerdo con la comisión independiente de Derechos Humanos de Afganistán. Los activistas dicen que en el Gobierno del presidente Hamid Karzai no hay el menor interés por preservar los derechos de las mujeres.