VITORIA. Los parlamentarios tories euroescépticos siguen presionando al primer ministro que desde su campaña electoral viene repitiendo periódicamente un ambiguo discurso sobre una consulta a los británicos sobre la permanencia en la Unión Europea. No obstante, al gobernar con los proeuropeístas liberaldemócratas de Nick Clegg, esa opción está aparcada hasta la próxima legislatura. El pasado 24 de octubre de 2011, el parlamento británico rechazó la propuesta del colectivo de parlamenmtarios euroescépticos que pedían la celebración de dicho referéndum. En aquella ocasión Cameron ya señaló a la Cámara que era el "momento equivocado" para su realización. El domingo, Camerón insistía en la misma idea en un comentario aparecido en The Sunday Telegraph.
Con su artículo, el premier británico volvía a abrir la puerta a la votación, eso sí "cuando llegue el momento apropiado". El líder tory dijo estar descontento -al igual que el pueblo británico- con la situación actual pero reiteró una vez más que, "antes de que pueda celebrarse una consulta, el Reino Unido tiene que mostrar paciencia estratégica y táctica". Cameron intenta con este comentario apaciguar las voces que dentro de sus filas le reclaman la salida británica la Unión Europea.
En el mismo sentido, su ministro de Exteriores y conocido euroescéptico, William Hague, apuntaba que "no se pueden tomar decisiones hasta que se sepa el rumbo que seguirá Europa".